Todo lo contrario a mi - Iker Casillas y tú

24: ¿Decepción?

Casillas pov's:

—Buenos días Ikercito— escuché la voz de Julia.

Me incorporé lentamente y la vi a ella, sentada, en perfecto estado, más linda que nunca.

—Buenos días Juli— sonreí, la agarré la mano y la besé.

—¿Como estás?— agarró mi mano.

Miré ambas manos entrelazadas.

—Feliz por qué estés bien— dije melancólico.

—Te amo tanto, ¿me ayudas a salir?— me preguntó.

—Claro, que más para la más guapa del mundo— me levanté y la ofrecí la mano, ella se levantó con agilidad.

—¿Me puedo tumbar en la cama? Me duele tanto la espalda— dije.

—No hace falta que pidas permiso, tumbate.

Suspiré de alivio y me tumbé. Segundos después sentí como Julia se sentaba encima mía, en mi pelvis. Cuando la noté completamente acomodada coloqué mis manos lentamente en su cintura, para acto seguido sentir sus suaves manos en mi cuello, levemente. Sentí un pequeño movimiento y de pronto chocó sus labios con los míos, besandome suavemente. Correspondi.

Hasta sentir un mareo y despertar en el hospital. Sentado donde me dormí. Miré a Julia y la vi como la dejé.

—¿Por qué esto a mi?— pensé en voz alta mientras la miraba.

Agarré su suave mano y la besé, con los ojos lagrimosos. Después miré la hora. Las 4:37 a.m...

Dormiría hasta la hora que quisiera, no iría al entrenamiento, no quería ir.

. . .

Me desperté de nuevo a las 6 de la mañana al sentir leves ruidos fuera de la habitación. Cuando me iba levantar pasó de la nada David a la habitación. Sí, David. Me quedé tope raro y me quedé de pie agarrandome el pantalón, mazo incómodo, estaba en pijama.

—Buenos días, ¿te despierto?— preguntó.

—Pues sí David, muy mal— fui hacía el baño y él detrás, se apoyó en el marco de la puerta del baño, pero cerré.

—Bueno pues te jodes Iker tío.

Salí del baño.

—Tocate la polla— suspiré y le miré, mantuviendo contacto visual, puse mis brazos en jarra. —¿Qué quieres, David?— pregunté.

—Vine a ver la princesa— pasó de largo dándome la espalda.

—No es una princesa, tiene 28 años. Y si la llamaras así frente Xavi te hubiera dado la vuelta a la cabeza— añadí.

—¿Y desde cuándo conoces tú tanto a Xavi?— cuestionó, mirándome.

—Desde que me sale de los cojones.

—¿Desde que te renta dirás?

—¿Que me renta de que?

—No se, ¿por qué pasas tanto tiempo con Julia?

—Por qué su hermano lo prefiere más que otra persona

Por esta razón no nos podemos llevar bien, David. Yo quiero a Julia y quiero saber que ella me quiere a mi, porque se ha acabado esto de ser inseguro por ti, imbecil.

—Veré si quiere que a partir de ahora quiera que sea yo el que te reemplace— se dirigió hacía la puerta. —Nos vemos en el entrenamiento, Casillitas.