23: Pesado

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Casillas pov's:

3 de julio.

Estaba solo en portería y miré mis alrededores y vi caminar a David hacia mi. Por suerte él pasó por mi lado.

Menos ma...

David interrumpió mi pensamiento cuando noté que posó sus manos en mi cintura por detrás mia. Suspiré.

—¿Qué quieres David?— le pregunté, resoplando.

—Nada, solo te doy compañerismo— puso sus labios alrededor de mi cuello asique me separé y le miré.

—¿Qué haces?— le pregunté, ya casi enfadandome.

—Joder ven aquí Iker— me trajo hacía él del brazo.

—Que no quiero pesado— insistí.

Y en cuestión de segundos, David me llevó a los vestuarios y cerró la puerta. Me puso contra la pared y me quitó la camiseta pero se me quedó viendo frunciendo levemente el ceño.

—¿Y este collar?— dijo agarrandolo con brusquedad.

—De Julia, suéltalo— le aparté enfadado, con el collar no.

—¿¡De Julia!?— me gritó.

—Sí—confirme y afirme.

—Como sea— me acorralo contra la pared chocando su cuerpo con el mío.

—Tio David contrata a una puta o algo, pero a mí déjame en paz, si quieres te la pago— me quité de ahí pero me agarró del brazo y agarró mis manos y las puso contra la pared mientas él las agarraba.

—No quiero una puta, además, me puedo aprovechar de ti que besas bien y eres manipulable.

—Sé que beso bien, por eso lo quiero reservar.

—Pues hazme una reserva a mi.

—No, dijiste que me ibas a dejar en paz— añadí, intentando soltarme.

—Sí, pero es que creí que no serias adictivo.

—Que me da igual—le metí una patada en los cojones, me puse la camiseta y caminé hacia el campo.

Al llegar al campo fui a por Sergio y le conté todo, es que no podía. David se acercó a Sergio para cogerme a mi, pero Sergio reaccionó.

—Déjale, ¿que te ha hecho?— dijo Sergio muy serio, notaba su enfado.

—Nada, ¿pero por qué te metes?— preguntó enfadandose.

No dejé responder a Sergio y di la cara y separé a David de nosotros dos.

—Dime que quieres, lo haré para que pares.

—Ir a los vestuarios conmigo y hacer lo que yo guíe.

—¿Sin follar?— pregunté.

—Sin follar— afirmó.

—Vale, pero es la última vez— y al yo expulsar esa frase me llevó a los vestuarios de nuevo y cerró la puerta para quitarme la camiseta.

Por unos segundos quedó en frente mía. Me iba a poner contra la pared pero le metí un puñetazo en la boca. Tras él sentir el golpe fue notable su cara de dolor y su sangrado iba cada vez a más intenso.

—Ale—le quité su camiseta y se la puse en la boca como trapo. —Ahora sujetame esta— me agarré los cojones y di dos pasos hacía atrás para coger mi camiseta y ponérmela mientras le miraba sonriente.

—Mantente lejos de mí, acuérdate, no voy a volver a intentar una amistad contigo— me amenazó mientras seguía sangrando cada vez más.

—¿Pero que amistad cabron?— dije entre risas. —Tranqui primo— me asomé a las puertas de los vestuarios. —¡Míster, David está sangrando fuertemente! —grité para segundos después ver como compañeros venían corriendo y el míster detrás.

Todo lo contrario a mi - Iker Casillas y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora