Todo lo contrario a mi - Iker Casillas y tú

17: Comida insoportable

Casillas pov's:

Me estaba preparando para salir con Lucía, no iba con traje ni mucho menos.

Sergio se asomó y me vio.

—¿Vas con Julia a comer?— preguntó.

—No, con Lucía— sonreí.

—¿Quién?

—La chica rubia que había ayer en el entrenamiento.

—¿No te gustaba Julia?

—Sí, pero siento que no va a ningún lado, así que necesito despejarme— salí del baño.

—Te cansas muy rápido— fue detrás mía.

Abrí la puerta de la habitación yendo a salir. Sergio habló.

—No seas imbecil Iker, mira a esa rubia y a Julia.

—Si, si, "míster amor"— rei y salí de la habitación.

—¡Hazme caso!— exclamó.

Me quedé quieto pensando en lo que dijo Sergio.

Tal vez Sergio tenga razón, pero tal vez no, es un cerebro hueco.

Me apoyé en la puerta siguiendo pensando.

Yo amo a Julia.

Pero no vas a dejar tirada a Lucía, tira a por ella.

Caminé hacía la dirección que me dijo Lucía.

Allí estaba ella, la recogí, la monté al coche que alquilé y fuimos hacía el restaurante.

A lo largo de la cena ella me tiraba los tejos y yo sonreía, pero me sentía algo incómodo.

Como no quería hacerla el feo aguanté toda la cena.

Julia pov's:

Estaba en mi cuarto con Celia hablando. Hasta que entró mi hermano vestido de traje.

—Me'n vaig a un àpat— dijo luchando con la corbata por colocarsela bien.

(Me voy a una comida)

—¿Amb qui?— añadí, colocándole la corbata con facilidad y una sonrisa.

(¿Con quién?)

—Amb la persona especial— añadió, avergonzandose y pasando un rubor por sus mejillas.

(Con la persona especial)

—¿Amb la persona que t'agrada?— apreté suavemente sus mejillas.

(¿Con la persona que te agrada?)

—Exacte—asintió.

(Exacto)

—¡Llavors és del nostre entorn!— exclame.

(¡Entonces es de nuestro entorno!)

Mi hermano rápido salió sin responder y sorprendido.

—Tía, Sergio me ha dicho que vaya a su habitación, que está solo— dijo Celia.

—No Celia tía.

—Por faa.

Suspiré.

—Venga va—rodé los ojos.

—¡Gracias tía!— me dio un abrazo y salió de mi cuarto.

—¡Cuidate!—la dije.

Asintió y salió de la habitación. Pocos eran los segundos para apoderarse el silencio del cuarto.