Todo lo contrario a mi - Iker Casillas y tú

7: Ningún contacto

Julia pov's:

Llegué con mi hermano a la habitación, y con Iniesta, como no.

Parecen nariz y moco.

¿Quién es el moco y quién es la nariz?

En fin.

Me tiré a mi cama y estos dos se metieron a mi parte y se acoplaron.

-Yo no voy a ir a la fiesta esa- dijo Iniesta, hablando con mi hermano.

-Entonces yo tampoco-respondió el otro.

Me di vuelta y les miré.

-¡Van a ir los dos, no les soporto aquí!-dije, de broma.

-Si señorita- respondió Iniestita.

-Pues vamos a prepararnos ya- dijo mi hermano.

-Pero, ¿Vicente Del Bosque aprobó la fiesta?

-Si, tranquilo.

-Ya vete a cambiar, ¿o tienes tu ropa aquí también?

-Le sirve cualquier cosa mía.

-¡Si hombre!, ¡tira Iniestita!

Él se despidió de mi hermano con un pequeño abrazo y abrió la puerta.

-Nos vemos, no me dejes tirado eh-le reprochó Iniesta a mi hermano.

-Noo, como podría.

Iniesta se encogió de hombros y se fue.

Yo esperaría la llamada de Iker.

. . .

Estaba mi hermano preparándose cuando me miró mientras se abrochaba el traje.

-¿No irás a cenar con Iker?-dijo, serio.

Que cojones.

Cómo lo sabia.

-¿Cómo lo sabes?

-Me lo contó un pajarito, ¿irás?

-No me ha llamado, no lo sé, no creo.

-Entiendo, si le veo en la fiesta le diré algo.

-¡No!

-¿Por qué no?

-Que vergüenza, además, pobrecito.

-Bueno, si tu lo dices.

Cambió de sitio y fui detrás.

-¿Pasa algo?-me preguntó.

-No, supongo.

Rio y me acarició la cabeza, para acto seguido abrir la puerta.

-Si sales llámame y si no también- añadió.

Asentí y me dio un beso en la frente.

-Ten cuidado, tata- dijo.

-Tu también tate-sonreí.

Finalmente salió de la habitación y quedé completamente sola.

Casillas pov's:

Hoy me invitaron a una fiesta, que en verdad, tuvimos que aprobar yo y Vicente Del Bosque, porque eramos capitán y entrenador.

A mi las fiestas no me iban mucho, pero la aprobé y acudí.

Se que tenía la cena con Julia, pero no la llamé ni la dije nada.

Estar con ella era pensar más en mis sentimientos y no me iba eso, quería seguir manteniendo la portería a cero, y mi mente también.