Cuando Ray llegó al taller mecánico, encontró todo destruido y desgarrado, oliendo a metal quemado, con muchas piezas de metal como si alguien las hubiera cortado con un soplete. Entró y miró a su alrededor con curiosidad y entusiasmo. De repente, el enlace de comunicación que Charlotte había obligado a Schwoz a agregar a sus trajes emitió un sonido estático y se escuchó su voz.
—¿Llegaste al lugar? —preguntó la chica.
—Sí —respondió Ray, caminando entre los restos del taller—. Este lugar esta destruido —comentó.
—Ya le avisé a Henry —anunció Charlotte—. Va para allá, espéralo antes de hacer algo imprudente —ordenó.
—Tú no eres mi jefe —se quejó de nuevo el adulto—. Además, soy indestructible —se regodeó—. Lo que sea que me arroje este fenómeno, puedo hacerle frente.
—Por lo que sabemos, este tipo no es solo un 'fenómeno', hay que tener cuidado —aconsejó preocupada.
Ray solo puso los ojos en blanco mientras se burlaba de ella repitiendo sus palabras con una voz quejumbrosa y aguda.
—¡No te burles de mí! —protestó ella, molesta—. Esto es serio, espera...
La comunicación terminó cuando Ray apagó el dispositivo con una media sonrisa, esa fue una función que él le pidió a Schwoz que agregara a los enlaces de comunicación.
Ignorando sus advertencias, miró a su alrededor una vez más y habló en voz alta.
—¡¿Hay alguien aqui?!
Un zumbido repentino lo hizo girar para mirar tras él, parpadeando cuando vio la fuente.
Era un tipo, de hombros anchos, de su misma altura, con una capa negra y la capucha cubriendo su cabeza, usando botas negras y lo que Ray supuso era la espada láser de la que el tipo había hablado antes.
Era color naranja y brillante, emitiendo un zumbido que no paraba. El mango era metálico.
Se veía genial, definitivamente se lo guardaría una vez que barriera el piso con el fenómeno. Sería un excelente reemplazo para su katana rota, de hecho...
Ya podía imaginarse a sí mismo cortando cosas con eso.
—¿Quién eres tú? —preguntó el extraño con voz amenazadora, levantando la espada en señal de amenaza.
Ray volvió a mirar al tipo, notando sus ojos, que era lo único que podía distinguir de su rostro envuelto en sombras. Brillaban en un color amarillo anaranjado inquietante. Eso fue extraño. Sacudió el frío que esos extraños ojos le provocaron y tomó una posición de lucha.
—Yo soy el que te va a patear el trasero, amigo —respondió con arrogancia.
El extraño lo miró de arriba abajo rápidamente antes de bajar la espada y extender una mano hacia él.
Ray sonrió arrogantemente.
—¿Qué? ¿Ya te rindes? —preguntó sarcásticamente—. Al menos dame un... ¡agh!
Ray se detuvo y ambas manos fueron a su garganta que estaba siendo apretada. La cosa era que no encontró ninguna otra mano además de la suya.
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Dark Danger
FanfictionUn enemigo conocido de un universo desconocido. Un amor esperado en un universo inesperado. Una situación de vida o muerte tal vez sea un aliciente para que finalmente den el paso.