No podía explicar dónde estaba, todo estaba oscuro, vacío. El mundo real le parecía distante, pero también sentía un dolor que no podía deducir de donde provenía.Intentó recordar qué había pasado, por qué se sentía tan débil y fuera de sí, pero no pudo. Ese momento era un espacio en blanco en su mente. No recordaba cómo había acabado así... Bueno, a juzgar por lo que podía sentir, llevaba una máscara respiratoria, lo que implicaba que había sufrido un accidente, que a su vez implicaba heridas bastante graves.
Sentía los párpados pesados, pero quería abrir los ojos, tenía la sensación de haber dormido ya lo suficiente.
Finalmente, después de mucho luchar, sus párpados decidieron cooperar, y Henry entreabrió los ojos para mirar una vacía... su mente entumecida se detuvo, este lugar no era una habitación de hospital. Tampoco era una habitación de la Cueva. Y por alguna razón, su visión era ligeramente borrosa, era como si estuviera mirando a través del agua. De hecho, se sentía como si estuviera flotando tranquilamente en alguna sustancia.
Quería encontrar una explicación, pero no era capaz de hilar un solo pensamiento correctamente, era demasiado trabajo. Bueno, estaba con vida, lo que era bueno, y supuso que alguien lo había puesto ahí para curarlo de lo que fuera, y ese alguien vendría tarde o temprano a ver cómo estaba. Así que dejó que sus ojos se cerraran de nuevo.
No hizo falta mucho para que el sueño volviera a envolverle.
La siguiente vez que Henry abrió los ojos, fue porque podía oír el sonido de voces que hablaban, humanas y... ¿Robóticas? Y eso llamó mucho su atención al punto de forzarse de nuevo a abrirlos. Le recibió una visión que lo tranquilizó, la de sus leales amigos sonriendo al verlo despierto, de pie frente a él, observándole. Ray sonreía aliviado. Charlotte tenía los ojos llenos de lágrimas, pero le sonreía torcidamente, mientras Jasper la abrazaba a manera de consuelo.
No le gustaba cuando lloraba, y menos si era por su culpa. Así que pensó en una forma de levantarle el ánimo, de demostrarle que no necesitaba sentirse triste por él porque ya estaba bien. Aunque su cuerpo tardó en responder, pesado y cansado, logró levantar un brazo, el cual movió suavemente a través de la espesura del líquido en el que se encontraba sumergido y flotando, para saludarlos levemente con la mano.
Ray dio un paso adelante y apoyó una palma en el cristal. Dijo algo, pero Henry no pudo oír bien lo que era. Le pareció que era algo así como "Bienvenido de nuevo, Kid".
Volvió a dormirse unos minutos después, cansado hasta los huesos debido al esfuerzo.
Cuando volvió a despertarse, ya no estaba sumergido en el espeso líquido en aquella sala de hospital, sino que descansaba en una cama blanda. Pero no era la de un hospital, y si lo era, era la habitación más hogareña en la que había estado nunca. El ambiente desprendía un agradable aroma a vainilla y la habitación tenía la temperatura perfecta. Pero no podía reconocer aquella habitación. Qué desconcertante. ¿Dónde estaba? ¿Dónde estaban todos?
Parpadeó mirando al techo, intentando recordar que lo había llevado a esa situación.
Podía recordar miedo y angustia, un fuerte sentimiento de desesperación, un dolor insoportable que le recorrió el cuerpo, otro dolor ardiente en su estómago, ojos de un enfermizo amarillo anaranjado, una voz que gritaba como un eco desvanecido, y luego... paz.
Una imagen borrosa del rostro manchado de lágrimas de Charlotte hizo su aparición como un destello, la sensación de una mano cálida agarrando la suya, de una voz dulce y cariñosa pero preocupada tranquilizandolo.
Y entonces, poco a poco, los acontecimientos fueron encajando pieza a pieza. Fue a atender una emergencia junto a Ray, y un tipo casi le mata atravesándole la sección media con una espada láser. Henry sintió que le recorría un escalofrío. Estuvo cerca.
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Dark Danger
FanfictionUn enemigo conocido de un universo desconocido. Un amor esperado en un universo inesperado. Una situación de vida o muerte tal vez sea un aliciente para que finalmente den el paso.