Capítulo 1.- Como han pasado los años

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Narra Nina

Han pasado ya 16 años desde que mi padre se llevó a mi bebé, ni siquiera pude tenerla un momento entre mis brazos. Soy una mala madre por no haber luchado por mi pequeña, por no haber tenido el suficiente valor de plantarle cara a mi padre y defender lo que era mío pero en aquel entonces solo era una adolescente de 15 años.

Fue más fácil para mí llegar a un acuerdo con él, no quería que nada malo les pasara ni Ian ni a mi bebé, sabía muy bien el poder que mi padre tenía en aquel entonces y que aún tiene. El único consuelo que he tenido todos estos años es saber que mi hija está con su padre, que al menos lo tiene a él y él la tiene a ella.

Flashback

-Por favor padre, no puedes meter a Ian preso. -Dije mirándolo desde el suelo con lágrimas en mi rostro.

-Es un infeliz, te desgració la vida Nikolina, entiéndelo. -Dijo gritando y apagando su cigarrillo en el cenicero de su escritorio.

-Él me ama y yo también lo amo. -Le digo convencida levantándome y secando mis lágrimas.

-Tú que vas a saber del amor, eres una niña. No puedo permitir que tengas a ese bebé y deshonres el buen nombre de la familia. -Dice sentándose en el sofá y tomando el teléfono. -Mañana mismo te llevare a una clínica para que abortes.

-No puedes hacer eso papá, este bebé que espero es tu sangre. -Digo acercándome a él y arrodillándome. -Por favor haré lo que tú me pidas a cambio de que la vida de mi bebé y la de Ian estén a salvo. -Lo miro suplicante, él me mira y deja el teléfono en su lugar.

-Está bien Nikolina vas a tener al bebé pero las cosas se harán como yo diga de ahora en adelante. -Me toma del mentón y me mira fijamente. - ¿Me entendiste? -Yo solo asiento nuevamente con lágrimas en mi rostro-

Fin Flashback

El pitido de mi móvil me sacó de mis recuerdos, lo tomé y atendí la llamada.

-Hola mamá. -Dije y escuché a mi madre llorando. - ¿Qué ha pasado?

-Nina tienes que venir inmediatamente a la casa. -Dice mi madre angustiada. -Tu padre se ha puesto mal y quiere hablar contigo.

-Voy inmediatamente para allá. -Cuelgo, tomo mi bolso y las llaves de mi coche e inmediatamente salgo de mi departamento.

Meses después de que mi padre entregara mi niña a Ian, él me confesó que le contó que yo había muerto en el parto, no pude con la sola idea de pensar que Ian estaría destrozado por mi supuesta muerte. Nos habíamos ido por un tiempo a Bulgaria, que es donde nací, escapé de la casa pero no llegué muy lejos pues los empleados de mi padre dieron conmigo.

Dos años después nos mudamos a Londres y es aquí donde ahora vivimos, he intentado muchas veces regresar a Los Ángeles, ni siquiera sé si Ian y mi hija aún vivan allí, he sido una cobarde. Cinco años atrás me fui a vivir sola al departamento que ahora tengo, no soportaba más vivir bajo el yugo de mi padre, en aquel entonces le dio un ataque al corazón al enterarse que me había ido.

Mi padre ha sido muy cruel y despiadado conmigo durante todos estos años, me ha tenido amenazada durante todo este tiempo con hacerle daño a Ian y dejar desprotegida a mi hija si yo pongo un pie fuera de Londres. Me duele pensar esto pero de cierta manera el tiempo y Dios le están cobrando todo el daño que me ha hecho, no solamente a mí sino a Ian y a mi hija.

Al llegar, bajo del coche y entro a la casa, me dirijo a la habitación de mis padres y encuentro dentro junto a mi padre a mi madre, al médico y a un cura.

-Hija que bueno que llegas. -Mi madre vuelta un mar de lágrimas me toma de las manos. -No le queda mucho tiempo, quiere hablar contigo.

Yo me quedo petrificada al escuchar las palabras de mi madre. Veo como ella, el cura y el medico salen de la habitación y yo me acerco a mi padre.

-Prin...ce...sa. -Dice entrecortadamente llamándome como cuando era niña, mirándome con ojos llenos de lágrimas.

-Aquí estoy papá. Tranquilo. -Me siento en un espacio vacío de la cama y le tomo las manos.

-Perdóname Nikolina, por no haber sido un buen padre para ti. -Mis lágrimas comienzan a deslizarse por mis pómulos. -No quiero irme sin antes tener tu perdón y darte la libertad a la que siempre has tenido derecho.

-Te perdono. -Digo asintiendo y recostándome en su pecho. -Te perdono de corazón papá.

-Gracias hija. -Dice con dificultad en su último aliento y de pronto no lo siento más, se ha ido. Mi padre ha muerto.

@_salvatore__

Capítulo dedicado y también los créditos de la portada de esta historia.

¿Les gusto? ¿Quieren que la siga?

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora