Capítulo 34.- La Boda

947 56 24
                                    

Narra Nina:

Al fin el gran día había llegado por fin hoy Ian y yo uniríamos nuestra vida, seríamos esposos, me convertiría en la señora Somerhalder, aunque ya vivimos juntos; esta es una etapa más en nuestra vida.

Este día le contaría a Ian sobre una sospecha que tenía, muy probablemente estaba embarazada. Pero quería esperar el momento indicado para decírselo y eso sería hasta la noche de bodas; deseaba que fuera el primero en saber de mis sospechas.

Me sentía la mujer más plena, este sería uno de los días más felices de mi vida y nada, ni nadie iba a empañar esa felicidad.

-Estás preciosa mamá. -Dice Natalie mientras entra a la habitación en donde Candice me estaba ayudando con la cremallera del vestido.

-Gracias mi vida. -Tú también estás preciosa. -Le respondo con una tierna sonrisa mientras veo lo bonita que se mira con su vestido color azul. -¿Papá ya está listo?

-Sí mamá, él ya está en el Jardín con los demás invitados. -Solo faltamos nosotras y la abuela que está esperando abajo.

-¡Listo amiga! -Murmura Candice mientras se coloca frente a mí y me da un sincero abrazo. -Eres la novia más linda. -Exclama con una sonrisa en sus labios.

-Gracias Candy. -Digo tomando sus manos dando un ligero apretón. -Es hora de bajar.

Había extrañado tanto andar por mi propia cuenta y sin las horribles muletas. Candice, Natalie y yo bajamos, mi madre estaba en el recibidor luciendo fabulosamente en un impecable vestido negro.

-Hija, estás hermosa. -Dice mamá mirándome de pies a cabeza para después darme un beso la mejilla.

-Gracias mamá, tú estás verdaderamente fabulosa, luces muy bella. -Suspiro. -Me hubiera gustado que papá estuviera aquí y me entregara a Ian.

-Lo sé mi amor pero tu padre estará siempre aquí. -Menciona colocando su mano en mi corazón. -En tu corazón y él siempre te acompañará a donde quiera que vayas. Y yo estoy aquí, seré yo quien te entregue a ese maravilloso hombre que está allá afuera esperándote.

-Te amo mamá. -Le respondo tratando de que mis lágrimas no salgan para no arruinar el maquillaje pero es imposible.

Dos lágrimas resbalan de mis ojos mientras abrazo a mamá pero rápidamente me las seco. Cuando separamos el abrazo ella me mira.

-Nada de llorar cariño, que no queremos estropear el maquillaje. -Dice mi madre riendo. -Ahora sí, vamos.

Narra Ian:

Estaba tan impaciente por ver a Nina aparecer, ahora entendía eso de la desesperación de los novios por la novia.

-Tranquilo hombre. -Me dice Joseph dándome una ligera palmada en la espalda. -Yo estaba igual el día de mi boda con Candice. -Menciona riendo.

-Entonces comprenderás como me siento. -Le contesto nervioso.

-Compréndelo papá es el día de su boda y uno no se casa todos los días. -Volteo a ver a Ryan serio. -Bueno con la mujer que uno ama. -Añade.

-Ya te quiero ver a ti así Ryan, el día de tu boda con Natalie. -Le dice Joseph riendo.

-Mi princesa es muy joven aún y no está en edad de andar pensado en otra boda que no sea la de sus padres. -Digo en tono serio.

-Relájate Ian, solo es una pequeña broma. -Exclama Joseph

-Ahí vienen ya. -Dijo Ryan y en un segundo fije mi mirada en la novia.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora