Capítulo 27.- Tienes miedo de quererme

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Narra Natalie:

Seis meses, habían pasado seis meses ya desde aquel día en que le dije a Nina que la quería fuera de mi vida, no había vuelto más a buscarme y las pocas veces en que coincidimos nunca nos hablamos, ni ella se acercó a mí ni yo a ella.

Fueron solo tres ocasiones en estos seis meses. La primera vez sucedió cuando fui con Ryan a la heladería y ella estaba con su madre, justo pidiendo un helado con dos bolas de chocolate y una de vainilla. Cuando se dio cuenta de mi presencia ni siquiera intentó acercarse a mí, ni me regaló ninguna de esas sonrisas que siempre tenía para mí. Actúo de lo más normal, como si yo le fuera completamente indiferente y la verdad es que no pude quedarme en el mismo sitio. Me dolía pero sabía que todo lo que estaba pasando era porque yo se lo había pedido.

La segunda ocasión fue en el centro comercial, ella iba con Candice y yo estaba con mamá, nos cruzamos en las escaleras eléctricas mientras ellas iban subiendo hacia el tercer piso nosotras bajábamos al segundo, solo intercambiamos nuestras miradas por un momento pero sus ojos no me dijeron nada.

Y finalmente la última ocasión fue en el parque, yo había salido a hacer ejercicio muy temprano y al parecer a ella también le había dado por ir al parque, cuando la miré estaba practicando Yoga. Me detuve un momento y la observé pero no quería que se diera cuenta así que me escondí detrás de un arbusto, estaba tan asombrada con cada una de sus poses que ni cuenta me di cuando comencé a caminar para verla más de cerca. No fue hasta que ella notó mi presencia que yo salí de mi trance pero al mirarla no pude hacer otra cosa más que salir corriendo.

Y desde esa última vez hace un mes no la he vuelto a ver, tampoco he ido a la heladería, ni al centro comercial y mucho menos al parque. Todas las mañanas me miraba frente al espejo, observaba mis ojos, esos claramente los había heredado de papá, observaba mi boca, mi nariz, mi frente, mi barbilla, no podía negar que tenía rasgos de Nina, incluso puedo decir que mi sonrisa es parecida a la suya.

Durante este tiempo he sentido un hueco en mi pecho, un vacío que no me deja estar en paz, quizá en el fondo extrañe su presencia, su compañía. No puedo olvidar que durante el tiempo que la pasamos juntas me hizo sentir muy bien, me hizo sentir querida, protegida pero a pesar de todo eso, de todo este tiempo que ha pasado no la puedo perdonar y a estas alturas ya no tengo claro el por qué.

En este tiempo que paso papá y mamá habían comenzado los trámites de divorcio, yo me quise ir a vivir con mi mamá pero ella me convenció de que lo mejor era quedarme con mi papá ya que ella aún no sabía dónde iba a vivir.

Mañana sería mi cumpleaños y le había pedido a papá y mamá organizar una fiesta esta noche en uno de los clubs más exclusivos en "The Hihglands Hollywood" todos mis compañeros ya habían sido invitados. Esta mañana me levante después de haber tenido una terrible pesadilla. Había soñado que Nina y yo estábamos juntas, en un bosque pasando tiempo como madre e hija y de pronto en mi sueño se apareció un hombre al que no le podía ver la cara y me llevaba con él, escuchaba a Nina llorando y gritando desesperada y mientras más nos alejábamos él hombre y yo más escuchaba su llanto y sus gritos.

Le llamé a papá al trabajo y le dije que invitara a Nina a la fiesta esta noche pero que no le dijera que la idea había sido mía y él acepto. Quizá este sueño era una señal, tenía que afrontar mis temores con ella, tenía que hablar con ella. Después de esa llamada hice otra pero esta vez a Ryan, lo cité en mi casa y le dije que trajera la caja que Nina me había regalado y la cual no había querido abrir.

Aproximadamente una hora después apareció Ryan en la puerta de mi casa con la caja en sus manos.

-Aquí me tienes. -Dice con una gran sonrisa mientras lo hago pasar.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora