Capítulo 31.- Capaz de todo.

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Narra Ian:

Había despertado feliz, pero sabía que no lo haría del todo hasta que lo hiciera todas las mañanas con Nina a mi lado.

Decidí llamarla para darle los buenos días e invitarlas a desayunar a ella y mi hija.

-¡Hola!

-Buenos días mi amor. -Digo saludando a Nina en tono sexy a través de mi móvil.

-Buenos días papá. -Dice Natalie riendo del otro lado.

-¡Hola cariño! buenos días ¿Cómo estás?

-Muy bien, oye mamá se está duchando por eso conteste yo. ¿La estás echando de menos verdad? -Me cuestiona curiosa.

-Por supuesto y a ambas, dile a mamá que pasaré por ustedes en media hora para llevarlas a desayunar.

-Claro, yo le aviso... espera un momento. -Me dice.

-Está bien. -Al parecer tapa la bocina porque no escucho nada.

-¡Hola guapo! -Escucho una voz y esta vez sé que se trata de Nina.

-¡Hola preciosa! ¿Cómo amaneció la novia más hermosa de todas?

-Más enamorada que nunca. -Suspira. -¿Y qué tal el novio más bello? Me dijo nuestra hija que ya nos extrañas.

-Sí, las echo de menos. Voy a pasar por ustedes para llevarlas a desayunar a un restaurante, te amo mi amor.

-También te amo amor, oye pero ¿Por qué mejor no desayunamos aquí? Es que, no quisiera andar por todo el restaurante en muletas ¿qué dices?

-Sí, me parece bien. -Digo sin poder evitar una sonrisa en mi rostro.

-Bueno entonces nos vemos en un rato. -Me dice en tono dulce.

-En media hora estoy allá, las amo. -Digo para después colgar.

Una vez que llego a casa de Nina es Michaela quien me recibe, la saludo con un beso en la mejilla para después entrar del brazo de mi suegra. ¿Quién lo diría? Muchas veces me imagine que los padres de Nina me aceptaban y tiempo atrás no fue así pero Michaela había cambiado mucho.

-¡Papá! -Dice Natalie saliendo de la cocina y acercándose hasta mí para saludarme.

-Hola mi vida. -Digo recibiéndola con un beso en la mejilla.

-Te ves muy guapo el día de hoy. -Me dice sonriendo. -Bueno tú siempre estás muy guapo. ¿No lo crees abuela?

-Claro que sí jovencita, tu padre sigue siendo un hombre muy apuesto.

-Vaya no pensé que en el pasado también me hubiera considerado un hombre apuesto. -Menciono riendo.

-Estaba equivocada con mi opinión sobre ti Ian, más nunca estuve ciega. -Dice Michaela sonriendo.

Natalie y yo comenzamos a reír y en ese momento vimos salir a Nina de la cocina.

-¿De qué tanto se ríen? -Pregunta mientras nos mira apoyada en sus muletas.

-Estábamos halagando a papá, sobre lo guapo que se ve hoy. -Dice Natalie sonriendo mientras mira a su madre.

-Él siempre está guapo. -Dice Nina suspirando, fijando su mirada en mí mientras yo le sonrío.

-Bueno pues vamos a desayunar. -Dice Michaela.

Natalie y su abuela caminan rumbo hacia el comedor, yo me acerco al lado de Nina mientras las alcanzamos. Al llegar ayudé a Nina a sentarse en su lugar y luego tomé asiento a su lado.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora