Sangre de mi Sangre - Nian

Capítulo 19.- ¡Gracias Nina!

Narra Natalie:

Mis clases transcurrieron de lo más amenas. A la salida me fui con Ryan a su casa ya que me había invitado a comer. Ryan es mi mejor amigo, desde que entré al colegio él y yo congeniamos y nos hicimos muy buenos amigos. Él es un chico rubio, de ojos azules, es muy guapo y tierno. Se parece un poco al señor Morgan, su padre. Aunque debo de decir que es más idéntico a su madre, no conozco a su mamá más que por fotografía ya que por una razón u otra no se ha dado la oportunidad de conocernos.

-¿De verdad sabes preparar la Pizza? –Le pregunto a Ryan un poco dudosa mientras veo como él prepara todo.

-Por supuesto Nata, confía en mí. –Me dice guiñándome un ojo y continúa con su labor.

-Ry sabes que odio que todos mis demás compañeros me digan así, pero en ti suena lindo. –Le digo mientras sonrió.

-Bueno creo que eso se debe a que somos amigos. También suena lindo cuando me dices Ry. –Me contesta en tono dulce.

Comienzo a sentir un pequeño revoloteo en mi estómago. "Quizá el desayuno me sentó mal" es lo primero que se me viene a la mente. Es algo raro nunca antes me ha pasado. ¿Será que estoy comenzando a mirar a Ryan de diferente manera? Despejo inmediatamente esa pregunta de mi mente. Ryan y yo solo somos buenos amigos.

Después de un par de minutos decidimos hacer entre los dos la pizza. Ingredientes van y vienen, Ryan toma un poco de harina y la sopla haciendo que esta quede completamente en mi rostro y en mi cabello. Yo tomo un poco y hago lo mismo y así pasamos parte de la tarde entre risas y bromas.

-Al fin, hemos llegado a tu casa. –Dice Ryan aparcando el coche.

-¡Gracias! –Le digo viéndolo agradecida y él me mira. –Por todo, por haberme invitado a comer, por cocinar. De verdad la pase muy bien y si no fuera porque tengo que tomar mis clases me habría quedado hasta el anochecer.

-No tienes nada que agradecer Nata. Yo también me la pase increíble. –Me dice dibujando una sonrisa de medio lado la cual me hace suspirar.

-Bien, entonces nos vemos el lunes en clase. –Él asiente y cuando me acerco para despedirme con beso en la mejilla nuestros labios se rozan formando un hermoso beso.

Sus labios se fundieron con los míos en un suave y delicado beso. Jamás imagine que mi primer beso seria así y mucho menos con mi mejor amigo. Con esto estaba más que claro que sentía algo más por Ryan, algo más que amistad. Me separe rápidamente.

-Lo siento. –Le dije disculpándome apenada y me baje del auto.

Entre a casa con el corazón acelerado. Ni siquiera pude ver a Ryan a los ojos. ¿Había hecho mal? ¿Y si esto afectaba nuestra amistad? O tal vez quizá fue el momento. Sentía tanta pena y a la vez algo bonito en mi pecho. El revoloteo en mi estómago se hizo presente otra vez.

De pronto vi a mi madre bajar las escaleras.

-Siento llegar tarde, me disculparé con Nina. –Le digo dejando mi mochila en uno de los sofás. ¿En dónde está? –Pregunto desconcertada al no verla en la sala.

- Creo que se cansó de esperarte. –Me dijo viendo su reloj. –Llegaste media hora tarde, cielo.

-Bueno le diré a papá que la llame para que venga mañana a darme las clases. –Digo mientras tomo mi mochila.

-De eso nada. Las clases que esa mujer te da solo son de Lunes a Viernes. Nada de fines de semana. –Dice mi madre molesta.

-Sí mamá pero quizá mañana pueda reponer las clases que perdí hoy. –Le digo tratando de hacerla comprender.