Capítulo 18.- Viejas amistades

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Narra Ian:

Ver tan mal a Nina ayer en la noche me partió el alma. Si hay algo que no soporto es verla llorar, todo lo que pude hacer es abrazarla y dejar que se desahogara.

Verla sufrir porque cree que jamás conseguirá el cariño de nuestra hija me hizo sentir muy culpable. En todo caso fui yo quien tomó la decisión junto a Nicole de no decirle nada a Natalie respecto a ella, porque pensé que de esa manera le haría un bien, porque pensaba que era lo correcto.

Ahora sé que me equivoque, el destino nos ha jugado muy malas pasadas. Primero haciendo que su familia se opusiera a nuestra relación, después su padre haciéndome pensar que había muerto y yo al no decirme la verdad a Natalie.

Quizá no debí esperar, debí decirle a Natalie la verdad en cuanto conoció a Nina. Sé que mi hija es comprensiva, lo va a entender, le va a doler mucho saber que la persona a la que siempre ha creído su madre no lo es pero terminará aceptando a Nina, estoy seguro de ello.

Después de la noche que pasamos, tenía que hablar con Nicole y poner las cosas sobre la mesa. Estábamos en el comedor cuando le dije que me había dado cuenta de sus intenciones de hacer sentir mal a Nina.

¿El lugar de Nina? Claro que ella tenía un lugar, especialmente en mi corazón, ella es el amor de mi vida, la verdadera madre de mi hija. Tiene un lugar y muy importante. Aunque para Nicole y Natalie solo sea una Institutriz, para mí lo es todo.

Es por eso que a veces quisiera terminar con esta farsa y decirle la verdad a mi hija, pero sé que al hacerlo le haré un daño grande.

Cuando deje a Natalie en el colegio comenzó a hacer preguntas, por lo visto desde el desayuno ha tenido mucha curiosidad por saber de ella. Me pregunta desde hace cuánto es que conozco a Nina. No puedo decirle que desde hace años porque la conozco y sé que no acabará con el interrogatorio.

Le digo que la conozco lo suficiente, eso no es mentir, y la verdad es que ya no quiero hacerlo y es algo de lo que tengo que hablar con Nicole y por supuesto con Nina. Luego me confiesa que anoche nos miró cuando estábamos afuera, por lo que la regaño, ella sabe muy bien que no me gusta que ande fisgoneando.

Le digo que ya es hora de irse a clase porque se le hace tarde pero antes de irse me dice que sabe y me cree incapaz de engañar a Nicole. ¿A qué viene todo esto? Claro, a que nos vio a Nina y a mí ayer por la noche.

Eso es otro asunto que debo de resolver, Nicole y yo ya no tenemos nada, dormimos en camas separadas o a veces yo lo hago en el sofá cuando me quedo muy noche mirando las noticias o revisando algunos papeles.

Luego me dice que irá a comer a casa de ese tal Ryan, tengo entendido que es un buen amigo pero nada más, Natalie no tiene mi permiso para tener novios, aún es una niña. Es mi niña.

Veo que entra al colegio y me voy rumbo a mi trabajo. Al llegar le pido a Emily que lleve un café a mi oficina. Le llamo a Nicole pero no contesta así que le dejo un mensaje de voz.

Narra Nina:

Llegué a casa completamente deprimida después de haberme quedado a esa cena familiar.

No debí haber aceptado, me dolió demasiado ver como el amor que mi hija le tiene a Nicole, es un amor tan grande como el que jamás me tendrá a mí.

Desde que supe que la estaba esperando me imaginé una y mil maneras con ella entre mis brazos y a nuestro lado a Ian. Como la familia que debimos haber sido en un principio.

Desafortunadamente nada de eso sucedió así, jamás tuve a mi bebé en mis brazos, ni tuve la oportunidad de formar una familia al lado de mi gran amor.

-Hija, que bueno que al fin llegas -Dice mi madre. -Te estábamos esperando. Mira quien está aquí. -Me dice acercándose a mi lado y en ese momento veo aparecer a una mujer rubia.

Veo a la mujer fijamente y de inmediato la reconozco, era una de mis mejores amigas cuando estaba en el instituto.

-¡Candice! -Digo emocionada y me acerco para abrazarla.

Por un momento se me olvida un poco la tristeza y el dolor que siento. No pensé volver a ver a una de mis mejores amigas, si no es que la única que en verdad tuve.

-¡Nina! No puedo creer que seas tú. -Dice mientras se separa de mí para verme. -Estás hermosa.

-Tú también Candy. -Le digo sonriendo.

-Candy. -Dice ella nostálgica. -Hace tanto tiempo que nadie me llama así. Cuando Michaela me localizó y me dijo estaban aquí no lo podía creer, te creíamos muerta.

-Es una larga historia, pero me alegro mucho de verte. -Le sonrío también.

-Bueno yo las dejo solas para que platiquen. -Dice mi madre retirándose mientras Candice y yo nos sentamos en un sofá.

-Espero que ahora que estás de nuevo aquí podamos retomar nuestra vieja amistad. -Me dice con mirada dulce.

-Claro que sí. -Le digo asintiendo. -Tú siempre fuiste una buena amiga y me encantaría que lo siguiéramos siendo. -Le digo convencida, la verdad es que la extrañe mucho.

-Tu madre me contó un poco, sobre lo que ha pasado ahora que regresaron. -Me mira y yo afirmo. -No entiendo cómo es que puedes aguantar sin decirle la verdad a Natalie.

-Yo tampoco lo entiendo. Me muero porque sepa la verdad pero a la vez no quiero causarle daño.

-Cuando me enteré de boca de Nicole lo que Ian y ella pensaban hacer, me pareció incorrecto, ellos no tenían derecho de hacer eso, mucho menos Nicole.

Candice tenía razón en lo que me decía es lo mismo que yo pensé cuando me enteré.

-Ahora estoy como Institutriz de mi propia hija y me quiero ganar su cariño pero cuando siento que ya tengo algo logrado, Nicole se empeña en hacerme ver que yo jamás podré tener su cariño.

Después de esa noche y de contarle todo lo que había pasado a Candice, me fui a dormir.

Bueno, les comunico que a partir de ahora comenzaré a dejar adelantos :)

Espero sus votos, comentarios y sugerencias

ADELANTOS:

-Cariño me encantaría quedarme y estar ahí para verte pero tengo que salir de viaje. Lo siento.

-Pero es solo que a veces pienso que no le importa nada de lo que hago.

-A mi me encantaría mucho estar ahí y verte bailar.

Les quiero ♥

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora