Capítulo 4.- Frente a mi hija

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Narra  Nina:

Sentía tanta emoción y a la vez tanta nostalgia a regresar a LA. Todo estaba casi igual que hace 16 años. Al salir de aeropuerto mamá y yo cogimos un taxi, mientras el taxista nos llevaba a nuestra casa, yo admiraba esas calles, allí estaban esos sitios que hace años no miraba y otros que apenas eran nuevos ante mis ojos.

Cuando te vas por mucho tiempo de un lugar que para ti significa tanto y regresas, regresan también todos esos momentos que viviste con las personas que amaste, regresan esos recuerdos. En mi cabeza toda mi historia con Ian, todos los recuerdos se hicieron presente mientras recorríamos esas calles. En especial el de nuestro primer aniversario.

Flashback 17 años atrás

-Hoy quiero que la pases muy bien mi amor. –Dice Ian entregándome una rosa roja.

-Sé que no es un ramo de rosas como él que tú mereces pero te la doy con todo mi amor. –Dice dándome un beso en ambas manos.

Tomo la rosa y la acerco a mi nariz sintiendo su delicado y embriagador aroma.

-Yo no necesito más mi amor. –Le digo dándole un corto pero tierno beso en los labios.

-Quisiera tener suficiente dinero para llevarte a un buen lugar y celebrar nuestro primer aniversario. –Me dice abrazándome y yo lo miro a los ojos con amor.

-Tú sabes que a mí no me importa eso, yo soy feliz estando a tu lado en cualquier lugar, eso es lo de menos mi amor. –Le digo acariciándole la mejilla. -Lo único que me importa es que estamos juntos, a pesar de todo; aquí seguimos y este amor que nos tenemos nada ni nadie lo podrá destruir nunca.

-Soy el chico más afortunado de este mundo por tener a la novia más hermosa, comprensiva y buena de este mundo. –Me dice tomándome por la cintura y elevándome en el aire, dando vueltas.

Me baja un momento y comenzamos a besaros apasionadamente.

-Soy yo la afortunada mi amor. –Le susurro entre sus labios. -Por tener al novio más hermoso, caballeroso y noble de todo el universo.

-Nina, prométeme que esto va a durar para toda la vida, no te quiero perder nunca. –Me dice con mirada afligida y mira hacia el suelo.

-Oye, mírame. –Le digo tomándolo de la barbilla y haciendo que me vea a los ojos. –Esto es para toda la vida mi amor, para siempre. –Acortamos los centímetros que nos separaban para volvernos a fundir en un beso lleno de amor.

Fin Flashback

-Hemos llegado señoras. –Nos dice el taxista a mi madre y a mí.

-Gracias. –Le digo al hombre mientras le pago.

-De vuelta a casa. –Digo tomando mis maletas y viendo nuevamente la residencia en la que años atrás habíamos vivido.

Mi madre y yo entramos y es increíble cómo es que nada ha cambiado, todo sigue igual a como lo recuerdo. Los cuadros de papá, algunas fotografías de nosotros tres, los muebles, todo está igual.

-¿Te sorprende ver todo como antes verdad? –Me cuestiona mi madre caminando hacía el que solía ser su sofá favorito.

-La verdad es que sí. Pensé que la casa estaría vacía y está igual que hace 16 años. –Le respondo a mi madre quien comienza a quitar las sabanas que cubren los muebles.- Recuerdo en más de una ocasión decir a papá que la había vendido.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora