Capítulo 25.- Solo nos unen los lazos de sangre

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Narra Natalie:

Ha pasado ya una semana desde que me enteré que Nina es mi verdadera madre y aún no puedo superarlo. Ha sido un golpe muy duro, es algo que aún me cuesta creer, no puedo verla de esa manera. No puedo verla como mi madre porque para mí mi única madre es Nicole aunque he vivido engañada todo este tiempo, engañada por mi padre y por ella.

No puedo aceptar que Nina sea mi verdadera madre, no puedo. Desde hace una semana apenas y salgo de casa, solo para ir al colegio, ella ha venido para seguir dando las clases pero ya le he dicho a papá que no quiero verla. Hoy mamá llega al fin de su viaje y necesito hablar con ella.

Estaba con por los pasillos del colegio cuando la vi a lo lejos, me quedé perpleja. Ella se acercó hasta donde yo estaba.

-¡Hola Natalie! -Me saluda cierto temor.

-¿Qué hace aquí? -Le pregunto mirándola para luego ver una caja de regalo que sostiene en sus manos. -Pensé que le había quedado claro que no la quiero volver a ver.

-Sí lo sé, pero quería verte. -Dice viéndome con tristeza. -Vine para entregarte esto. -Me dice ofreciéndome la caja.

-Hoy no es mi cumpleaños. -Le digo seria.

-Lo sé. -Me dice ella asintiendo. -Es dentro de un par de meses.

-Se lo agradezco pero no puedo aceptarlo. -Ella me mira suplicante.

-Por favor acéptalo, es algo que compre hace muchos años, cuando estaba embarazada.

-Está bien, lo voy a aceptar. -Digo tomándolo. -Pero está muy equivocada si piensa que con regalos va a comprarme.

-De ninguna manera, esa no es mi intensión. -Me dice de manera digna. -Solo pase para verte y entregarte este regalo.

-Pues ya lo hizo, ya se puede ir. -Le contesto tajante.

-Natalie no me hables así, no me lo merezco, tus palabras me duelen. -Dice y puedo ver como contiene sus lágrimas.

-¿Y cómo quiere que le hable? -Le pregunto clavando mi mirada severa en ella.

-Podrías por lo menos tratarme como antes. -Me pide con esperanza en su voz y su rostro.

-No puedo, no puedo hacer como si nada hubiera pasado, ya le dije que no la quiero ver, deje de buscarme y no insista más. A usted y a mí solo nos unen los lazos de sangre pero nada más. Yo no siento nada por usted para mi es una extraña.

-Te agradezco tu sinceridad, es cierto nos une la sangre, pero pensé que además de eso no unía un cariño, una amistad. -Dice melancólica. -No voy a volver a molestarte, si eso es lo que quieres respetaré tu decisión.

La escuché decir por último dándome un mirada desolada y después se marchó.

Porque tengo estos sentimientos encontrados cada vez que la veo, lo único que hacen es atormentarme. Por un lado siento mucha rabia contra ella y por el otro hay algo que siento en mi pecho, algo que me estruja cada vez que la rechazo.

Pero no puedo perdonarla, no puedo perdonarle el que destruyera el mundo en el que crecí.

Narra Nina:

Una semana había pasado, Natalie estaba renuente a verme, fui cada uno de los días de la semana a verla para seguir con nuestras clases pero fue imposible ella simplemente se negaba a verme.

Me lo había dejado muy claro aquel día pero yo no estaba dispuesta a darme por vencida, iba a luchar por ganarme su perdón y su amor. Sabía que mientras estuviera en casa no me querría ver así que pensé en irla a ver a su colegio.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora