Capítulo 33.- Buenas noches mis amores

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Narra Ian:

Era la primera noche que iba a dormir en casa de Nina después de hace tantos años. Recuerdo que en más de una ocasión me quedé a dormir en su habitación, Nina se sentía segura a mi lado y siempre me dejaba bajo la alfombrilla de la entrada de su casa, la copia de su llave para entrar.

Ahora 17 años después estaba de nuevo en la misma habitación. Acostado en el mismo lado de la cama que solía ocupar en aquel entonces. Nina y Natalie estaban en el baño mientras la primera había entrado a ponerse el pijama la segunda se estaba cepillando los dientes.

Mañana sería un gran día y esperaba que las dos mujeres de mi vida se lo pasaran fenomenal. Finalmente Nina salió del baño caminando con sus muletas. Se metió en la cama, se acercó hasta mí y se acurruco en mi pecho, parecía bastante cansada.

-¿Por qué no me dejas cargarte? Así no te cansas con las muletas. -Le pregunto y ella ríe.

-Ian, ya me subiste hasta la habitación, al menos deja que aquí las utilice.

-Está bien. No insistiré más. -Le digo dando un beso en su cabello.

-Amor, hay algo que paso hoy y que ya no te conté. -Me dice levantando un poco su mirada para encontrarse con la mía y veo en sus ojos preocupación.

-¿Qué sucedió? -Le pregunto con inquietud.

-Nicole estuvo aquí. -Me responde y la miro extrañado. 

-¿Qué quería?

-Nuestra hija se la encontró en la puerta, la hizo pasar y estuvieron conversando en la sala. Yo estaba arriba y escuché gritos, cuando baje me encontré a Nikki pegándole una cachetada a Natalie.

-¡¿Qué?! Como se atrevió a levantarle la mano. -Digo furioso.

-Por supuesto yo no me quedé de brazos cruzados. -Nina se separa un poco de mí y me voltea a ver. -Le di su merecido. -Me dice y yo sonrío.

-Mamá me defendió. -Escucho decir a mi hija saliendo del baño. -Hubieras estado aquí papá, para ver la tremenda bofetada que le dio.

-¿En verdad le pegaste? -Pregunto viendo a Nina y ella asiente.

-Debí haberme dado cuenta que ella nunca me quiso. -Dice nuestra hija mientras se mete a la cama también de manera que se acomoda en medio de Nina y de mí.

-Tengo miedo de que ella intente hacer algo papá. Le dijo a mamá que mientras ella viviera no nos dejaría ser felices. -Menciona Natalie con voz angustiada.

-Que ni se atreva Nicole a hacerles algo porque no pienso dejar que las lastime, no pienso dejar que destruya mi familia. -Digo mirando a ambas.

-Yo tampoco pienso dejar que arruine nuestra familia y nuestra felicidad.

-Me alegra tenerlos juntos. -Dice mi hija rodeándonos con un brazo tanto a su madre como a mí.

-Bueno, es hora de dormir, hoy ha sido un día bastante agotador y mañana tenemos que levantarnos temprano. -Dice Nina apagando la pequeña luz de la lámpara que hay en su mesita de noche.

-Buenas noches mis amores. -Digo depositando primero en Nina un beso en sus labios para después plantar uno en la mejilla de mi hija.

-Buenas noches papis. -Murmura Natalie bostezando.

A la mañana siguiente abro lentamente mis ojos para encontrarme con dos pares de hermosos ojos. Unos marrones y otros azulados.

-Buenos días dormilón. -Me dice Nina con una bella sonrisa en el rostro.

Sangre de mi Sangre - NianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora