10. Rápido

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Daniela

Todo el nerviosismo que sentía antes de entrar a la casa de mi suegro desapareció, ellos son muy lindos conmigo.

Por otro lado no dejo de sonreír como boba al pensar en que María José y yo ya somos novias, por un momento sentí que la perdía pero me di cuenta que el mismo miedo que siente la estaba haciendo jugar una mala pasada.

Estábamos viendo unas fotografías, creo que las familias hacen eso para avergonzar a sus hijos frente a su enamorado, solo espero que papá no haga lo mismo con Poché, me muero si le enseña mis fotos de bebé.

—¿Y esta?—señalé una donde Poché estaba vestida de pitufo.

—Esa fue para una obra, Poché debía ser la gruñona pero les jodió todo—contaba Juanca, él me pidió que lo llamara así.

—¿Por qué?—pregunté con curiosidad.

—Porque la niña no quiso salir, decía que se vería ridícula  frente a muchas personas, así que no lo hizo y terminó una semana expulsada—

—Mi amor—dije viéndola y ella sonreía con pena—pero si te veías hermosa—

—No mientas—todos reímos y seguimos hasta que Poché dijo que debíamos irnos, no quería hacerlo pero ya era muy noche.

—Me encantó todo, gracias Juanca y Vale—me estaba despidiendo.

—No agradezcas y esta es tu casa, vengan siempre que quieran—dijo él y sonreí.

—Adiós papá—se despidió Poché—adiós pulga te quiero—le dio un beso en la frente, amo como trata a su familia.

Nos despedimos y salimos rumbo a mi casa.

—¿De verdad te quieres ir? Le puedo llamar a tu papá como aquella vez—sugirió.

—No amor, no quiero que se enoje conmigo, además mañana tenemos que trabajar—dije y ella aceptó.

—Esta bien—me besó la mano y continuo.

Llegamos a casa y se bajó para abrirme la puerta, amo estos detalles de ella.

—Ya está en casa señorita Calle—dijo tomándome de la cintura.

—Gracias señorita Garzón—pasé mis brazos por su cuello. Se acercó y me besó, esta mujer si que sabe besar bien.

—Tengo que irme—dijo cuando nos separamos y yo hice puchero no quería que se fuera.

—Quédate ya es muy noche para que regreses sola—

—Voy estar bien amor—sonreí como boba cuando me llamó así.

—No sabes la cantidad de mariposas que causa en mí que me llames así—le confesé con voz de niña.

—¿Así? ¿Será lo mismo que siento yo?—dijo pegándome más a su cuerpo.

—María José—ella me vio directo a los ojos—te amo, te amo con toda mi alma, tal vez pienses que es muy pronto pero es lo que siento, quiero estar entre tus brazos siempre—sonrió y acarició mi rostro.

—Yo también te amo Daniela, nunca me había sentido así con ninguna mujer, eres la primera que me pone a sus pies—dijo y sonreí—puedes hacer de mí lo que quieras guapa—

—Quiero que seas mía en todos los sentidos—dije sin pensarlo y ella sonrió hermoso.

—No me digas eso porque soy capaz de hacerte el amor ahora mismo sin importar que tu papá este ahí adentro—dijo y sabía que hablaba en serio, así que debía parar esto aunque yo lo empecé.

Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora