18. En el corazón no se manda

3.2K 186 4
                                    

Poché

Terminamos la dichosa cena y no dejaba de pensar en la mala suerte de que mi suegro se haya enamorado de esa mujer, a simple vista se ve que es una interesada.

—¿A ti tampoco te agradó la novia de mi papá verdad?—preguntó mi amor llegando a nuestra casa.

—La verdad no, se nota que es una interesada—respondí.

—Tampoco me gustó la forma en que te veía a ti ¿te diste cuenta verdad?—se me congeló todo el cuerpo cuando mencionó eso, si supiera que estuve con ella cuando recién empezábamos.

—No...me di cuenta—nos sentamos en la sala y ella subió sus pies en mis piernas—¿quieres que te de un masaje?—

—Me encantaría—dijo como niña chiquita y empecé a darle el masaje—¿qué te pasa? Te noto nerviosa o no sé incómoda—

—No es eso amor, es solo que hay algo que me está dando vueltas hace mucho—

—¿Me quieres contar?—dijo y yo asentí.

—¿Te acuerdas que Alba estaba saliendo con una chica?—ella asintió—resulta ser que es la misma mujer de la que Vale se enamoró—se sorprendió.

—Pero ¿le está dando alas a Vale también?—preguntó alterada.

—No amor, a ella le dijo que solo la ve como una hermana pequeña—

—Que lastima por Vale pero debe entender que ella ama a Alba—asentí con nostalgia—¿Ella no lo sabe verdad?—

—No y me da miedo que pase algo con ellas cuando se entere—fui honesta.

—Pero tu no te tienes que preocupar, es cosa de ellas, sé que es tu hermana y que te preocupa sus sentimientos, yo también la aprecio pero no hay nada que se pueda hacer—asentí y me abracé a ella.

—Te amo mi Dani, te amo y por favor nunca dudes de este amor—le dije y ella acarició mi espalda.

—Yo también mi amor, te amo con mi alma entera—pasamos así unos segundos hasta que subimos a nuestra habitación y fui yo quien la llenó de mimos.

—Amor hay algo mas que te quiero comentar—

—¿Qué pasa?—

—Tu papá me pidió darle trabajo a su novia para el nuevo comercial—ella negó de inmediato.

—No amor, esa mujer no me agrada, ya una vez la descartamos y no la quiero cerca de ti, aunque mi papá se enoje promete que no la contratarás—me suplicó.

—Tranquila, si tu no quieres no lo haré, ven quiero abrazarte—se acurrucó nuevamente—amor hay que pensar en el nombre  de nuestra hija—

—¿A ti cual te gusta?—preguntó acariciando mi mano.

—A mi me gusta tu nombre, Daniela Garzón Calle, sería la pequeña Calle como dice Alba—ella sonrió.

—Es bonito no lo voy a negar, pero a mi  me gustaría llamarla por otro nombre ¿qué te parece Alejandra?—

—No, no me gusta ¿Adriana? Es lindo—sugerí.

—Sí me gusta, la llamaríamos Adri—sonreímos—¿solo un nombre?—

—Sí ya si cuando crezca no le gusta pues que se cambie el nombre ella—se rió.

—Ay amor. Entonces será Adriana Garzón Calle—asentí y la llené de besos.

—¿Escuchaste amor? Serás nuestra pequeña Adri ¿te gusta?—dio una leve patada—seguramente dijo que si pero no me molesten tengo sueño—las dos reímos y nos acomodamos para dormir mejor.

Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora