Ángel

11. Cena romántica

Poché

Jamás me imaginé algo así, yo pensé que Daniela ya no era virgen, obviamente la entendía a la perfección y le daría el tiempo que ella quisiera, siento que cada día la amo más.

Llegué a la empresa y saludé como siempre a Natalia, pero mi sonrisa de boba apareció cuando vi llegar a mi castaña favorita. Ella sonrió tímida y me acerqué a ella.

—Buenos días señorita Garzón—dijo ella y yo levanté una ceja.

—Buenos días señorita Calle, déjeme decirle que usted se ve divina el día de hoy—

—¿Solo hoy?—levantó una ceja también.

—Es que hoy lo hace especial—dije y me vio confundida—es su primer día en la oficina como mi novia oficial—dije y ella sonrió nerviosa.

Me acerqué y la tomé de la cintura, estaba segura que Natalia nos observaba así que sería la primera en saber la noticia.

—Vamos a trabajar—dijo ella y asentí, la tomé de la mano y caminamos a su oficina ante la atenta mirada de Natalia.

Llegamos y la pegué a mi cuerpo para besarla.

—Te amo hermosa—le dije y ella sonrió.

—Te amo más—fui a trabajar claro que después de un par de besos más.

—Jamás pensé ver esa cara de boba enamorada que tienes—dijo Alba entrando como siempre sin tocar.

—Pues ya ves, me enamoré Alba, como una loca adolescente—dije sonriendo.

—Yo sabía que la pequeña Calle te robaría el corazón, esta bueno la tía—dijo—ahora lo malo es que no tendré con quien salir de casería Johan y tu están pendejos por sus novias—reí por lo que dijo.

—Podremos salir pero la única que podrá ligar vas a ser tu—dije y ella rió.

—¿No crees que van muy rápido? Digo esta bien que se quieran y todo pero pasó muy rápido—

—Yo también lo pensé pero es que no te imaginas lo que yo siento por esa mujer, me tiene a sus pies—dije sonriendo al recordarla.

—Joder estas re pendeja por ella ¿tan buenas es la pequeña en la cama?—pregunto y yo me encogí de hombros restando importancia—no me digas que—se sorprendió y yo asentí.

—No hemos estado juntas Alba—abrió su boca en una perfecta o de lo sorprendida que estaba.

—Joder ¿hablas en serio?—asentí—marica no lo puedo creer, no has estado con nadie—por un momento pensé en contarle lo de aquella noche pero negué rápido.

—No y aunque no lo creas, estoy dispuesta a esperar cuando ella lo quiera hacer, no me interesa estar con otra mujer—

—Definitivamente el amor te pegó fuerte amiga, tu la diosa sexual sin sexo y diciendo que esperaras a una mujer—

—Me enamoré Alba, amo a Daniela Calle con toda mi alma—dije e inmediatamente la puerta se abrió dejándome ver a una Daniela con lágrimas en los ojos.

—¿Mi amor qué tienes?—dije abrazándola, me estaba preocupando.

—Yo también te amo con mi alma entera gordi—decía con su rostro hundido en mi cuello, Alba entendió la situación y solo salió.

—¿Estabas escuchando?—pregunté sonriendo.

—Perdón, es que venía a decirte que iba a salir por un momento pero las escuché hablar y no pude irme, lo siento sé que está mal pero...—no la dejé terminar porque la besé, quería que supiera que estoy loca por ella.