CAPITULO 5

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-Si soy yo- Tadeo tomaba el teléfono a mitad de la noche- ¿Qué cosa?- se incorporaba nervioso aun algo mareado por las cervezas de esa noche- espera, espera-

-¿A dónde vas?- la voz de Fabiola le hizo revolver el estómago con aquel hombre al teléfono preguntando por su esposa

-Bien, si ¿Qué pasa?- pregunto una vez fuera de la habitación

-Solo quería saber si Elena Herrera es tu esposa-

-Lo es, nos casamos hace menos de un año, ¿Qué pasa?-

-¿Por qué no me dijiste que estaba en las clasificatorias? le hubiera dado equipo, es muy buena-

-A ver, a ver ¿Qué?-

-Creo que la cague...- La voz de su amigo del otro lado de la línea se hacía nerviosa- quizá estoy equivocado, no lo tomes en cuanta-

-Espera, espera, espera- intento ordenar sus ideas- Me estás diciendo que mi esposa quien está en la universidad en Houston esta en las clasificatorias de...-

-The American Rodeo...Teton Ridge-

-No me jodas...- golpeo la mesa frente a el- ¿Desde cuando entro?-intento parecer calmado-¿Tiene equipo?, ¿Qué disciplina?-

-Tranquilo, de verdad, yo creí... me siento muy mal de hacer esto, como tu rancho tiene jinetes del equipo mexicano, yo pensé que...-

-Habla Caden maldita sea-

-Entro en un rodeo de media noche que ofrecía un pase al rodeo de Texas, en el lazo, y quedo, no tiene equipo, bueno, viene con Miguel, un chico de un rancho pequeño de Houston, el monta, supongo que le presta el equipo- y el veneno sube por su garganta- El de este fin de semana será en Arlington, ella viene a dos lugares del primer lugar, además también monta por el premio del momento. Sin clasificar...-

-Bien, ¿Puedes llevarme a Arlington?-

-Aunque te diga que no vas a llegar ¿no?- se quejó en el teléfono- no hace nada malo hombre, solo participa y se va, la he observado, porque se me hacía conocida, pero no es nada de que...

-Te veo mañana- y marcando el botón rojo lo mando a la mierda

-¿Qué sucede?-

-Nada, me voy- regreso a la habitación para ponerse la ropa- no debí venir

-Eso llevas diciendo desde que volvimos a acostarnos y aquí estas-

-Soy un maldito idiota-

-Eres un hombre enamorado, por eso no puedes alejarte de mi lado... Tadeo, por favor, ya suéltala-

-No hare esto esta noche, me voy-

-Tadeo... sabes que no esperare mucho tiempo- le grito desde la sala al verlo abrir la puerta

-Pues no espero menos- y dando un portazo en su espalda salió del lugar.

Mientras esperaba el vuelo miraba su móvil, ¿Cómo fue posible que la dejara tan de lado? Sabía que algo andaba mal desde que ella dejo de cuestionarle su falta de llamadas, pero quiso pensar que simplemente estaba viviendo su último año de universidad. Quizá montar era parte de ello, pero no... no era solo eso, ¿Por qué competir? ¿Por qué buscar dinero?

El sudor frio le recorría el cuerpo de solo imaginar a su esposa con un equipo de cuarta haciéndolo el asma reír del gremio. Si Caden la ubico ¿Quién más lo hizo?

-¿Lo sabias?- arrojo su maleta en la oficina de su hermana

-Claro, lo supe desde que se inscribió para el pase -

La HerraduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora