CAPITULO 21

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-Jameson Brandon Mauney -

-¿Sorprendida de que tenga nombre?- sonrió se lado continuando el llenado de su hoja de migración

-Algo así a decir verdad, de niña pensé que "Junior" era un nombre de verdad, así que no esperes mucho de mi-

- Creo que tengo dudas sobre tu crianza, ahora no confío bien en tu escuela elemental- se burló revisando el llenado de su papel

-"soltera"- la miro de reojo

-Yo no veo el apartado dendivorciada- se encogió de hombros- jamás pensé ser divorciada a mis 25 eso es horrible-

-me divorcie a los 22-

-Sabes, deberias pasarme tu biografía, el internet no te hace justicia y creo que estos días terminaré metiendo la pata un significativo número de veces- y sus pestañas castañas se chocaron con esa risita que solía darle de ves en cuando.

Barretos estaba frente a ellos, el cowboy festival tenía fecha y hora y ellos estaban listos para hacerle frente.

El hotel era enorme y en cuanto entraron la gente corrió a tomarse fotos con JB quien caminaba quitado de la pena detrás del coordinador y de Miranda, llevaba gorra y vaqueros y cada dos por tres firmaba algo y saludaba a los aficionados.

-Mauney- Miranda lo llamo después de discutir con la recepcionista

-¿Que pasa?-

-tenemos un problema con la reservación solo tienen una habitación doble quenfue la que la asociación reservo-los tres se miraron tensos

-Yo tengo reservación en otro hotel este será solo de los vaqueros, así que dieron una habitación para ti y el participante 525-

-Esos hijos de puta, son unos antigüos- se quejo- es una maldita habitación- se levantó de hombros mirando a elena- Te volverás loca si compartimos habitación?-

-Solo si roncas- y dando la misma poca importancia que él subieron

Mauney era un hombre de paciencia, controlado y sereno pero Elena lo hacía ponerse a prueba cada día desde que la vio en la entrada del bar. No sería profesional de su parte lanzarse a ella, porque después de todo su objetivo era uno entre un millón y demostrarle su atracción solo reforzaría aquella estúpida línea de machismo que quería borrar un poco.

Por otro lado estaba la manera en la que el manejaba su vida, era un hombre que aprendió a la mala que ir de mujer en mujer no le dejaron nada bueno. Ahora mismo estaba enfocado en su carrera y si encontrara a quien amar seguramente sería serio.

Cuidaba su corazón como pocos, y sabía que un huracán como Elena no sería su mejor elección, no importaba lo cómodo que se sintiera a su lado o lo mucho que le gustará saber que hablaban el mismo idioma en un mundo que no muchos entendían. Le gustaba saber que sería alguien que caminaría de su mano. Pero lamentablemente no lo creía prudente.

Todos se organizaron dentro de la habitación, esa noche tendrían una cena en un bar con la mayoría de los participantes y al día siguiente comenzaría el evento.

Elena pidió bañarse y poder dormir un rato el jet lag le estaba haciendo algo de merma y prefería descansar.

-¿Bueno?- el teléfono de la habitación sonó

-Buenas noches señor Mauney tengo en la recepción a alguien buscando a la señora Elena Herrera, no sé si pueda...- y la voz de fondo le alertó-

-Enseguida baja- dijo colgando el teléfono nervioso

Dio un par de pasos por la habitación, esto no lo haría por él, ni por lo mucho que le molestara ver a ese hombre, lo haría por Elena, por qué ella tenía que estar centrada y ese tipo solo quería ponerla en jaque.

La HerraduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora