No sé cuánto tiempo he pasado aquí, solo que crecí y bastante. Ya no era el niño de trece que llegó.
Pero todo sigue igual, hay un cierto momento del día, semana o mes en que todo se regenera. Vuelve a estar exactamente como mi primer día. Razón por la que desistí de hacerme un refugio, mientras no toque las raíces estaré bien.
Llevaba mi comida a uno de los pocos lugares que no estaban infestado por la mente colectiva, el laboratorio.
Los pisos superiores eran los no infectados, pero algo es algo.
Cuando iba a darle una probada a mi sopa instantánea algo pasó. Todo cambió de golpe las pantallas eran más grandes y habían menos cosas mecánicas.
¡Se ha abierto otro portal!
Tenía que localizarlo rápido antes que se cerrará como el mío.
Salté por la ventana y bajé por uno de los tubos exteriores.
El aire olía extraño cerca del bosque, por lo que corrí hasta ahí, pero al acercarme había olor a un niño.
¡No lo puedo dejar aquí!
Con el pesar de mi alma me alejé de la zona para buscarlo y salir ambos.
No va a llegar muy lejos, el aire no se lo permitirá.
Estaba siguiendo su olor, pero gracias a mi mala suerte hubo un reinicio antes de encontrarlo.
Ahora no olía más que a yerba seca y humedad por muy contradictorio que sea.
¡Maldición!
Bien, no puede estar muy lejos...
Iba revisando por el bosque cuando mi pie quedó atrapado por una liana que había bajo las hojas.
Sujetándome del árbol traté de liberarme, pero no fue hasta que golpeé fuertemente con mi talón libre la raíz que esta me soltó.
Lastimosamente la tercera ley de Newton existe y salí disparado el tronco, pero en lugar del cabezazo que me esperaba llegué a un sitio de noche.
Genial, era un portal, pero debía ir a ayudar al chico.
Ahora sí me golpeé fuerte cuando traté de pasar.
-¿Quién está ahí? -escuché la voz de un adulto viniendo.
Subí rápidamente el árbol, pero al llegar era un chico de la que parecía ser mi edad.
Bajé, se veía asustado y no portaba más arma que un palo gigante.
-¡¿Qué fue eso?! -gritó asustado hasta que me vió -¿Quién eres?
-Hola, soy Siete, ¿Me ayudas? -pregunté pero no pareció entenderme.
-¿No puedes hablar? -asentí -bueno... En mi casa tengo papel y lápiz, quizás así puedas explicarme el porqué estás aquí.
Se fue caminando a lo que le seguí, no parecía peligroso.
¡Su casa era enorme!
-Me llamó Steve -mencionó entrando por la puerta -¿Y tú?
Le mostré mi tatuaje a lo que pareció entender.
-Eres Siete, ¿Verdad? -volví a asentir -Es raro tener de nombre un número, pero muy cool ese tatuaje.
Entramos, en definitiva este lugar es muy grande, se parece a la casa de un político que maté.
-Toma -me pasó una libreta y un lápiz -¿Quién eres y qué haces aquí? Nunca te había visto por el pueblo.
-¿Conoces el laboratorio que está cerca del bosque?
-Obvio, todo el mundo lo conoce -respondió seguro.
-Un niño se perdió hoy, una criatura que salió de un portal que ellos abrieron primero se lo llevó o entró a uno corriendo de esta criatura -le expliqué.
-Estás loco -resumió.
-Mañana iré contigo a lo que tengas que hacer, si alguien menciona un niño perdido en el bosque, me ayudas -propuse -¿Qué año es?
-1983 -¿Por qué?
-Me llamo 7 y tengo 16 años -hice como si me riera a pesar que ningún sonido salió.
-Ya me habías dicho tu nombre -se burló -bueno, yo soy un año mayor que tú, pero fácilmente te podría meter mañana en mi clase.
-¿Clase? -pregunté -¿Es como una lección de defensa personal?
-¿Nunca has estado en una escuela? -cuestionó, a lo que yo negué.
¿El ejército se puede considerar escuela?
-Eres muy raro, ¿Lo sabías? -rió -una escuela es un lugar en el que te enseñan cosas aburridas para que después te den un papel que dice que la pasaste -resumió -eso me recuerda que mañana le dije a Nancy que le mostraría mi ensayo -bufó y fué al escritorio.
-¿Ensayo de qué? -pregunté.
-¿No conoces la escuela pero sí los ensayos? -se sorprendió.
Bueno, tenía que hacer uno del país al que iba antes de cada misión...
-No importa, no lo haré -dejó botadas las cosas -la traigo loca, ¿Lo sabías?
-¿Cómo se supone que lo debía saber? -me burlé -más parece que ella te trae loco a tí.
-¡No es cierto! -se avergonzó.
-¿Ella es responsable con todas las cosas que debe hacer para esta "escuela"? -asintió -entonces también deberías serlo, tarde o temprano esa diferencia le va a molestar y van a terminar.
-Eso no lo sabes -se quejó.
-Te lo advierto, ¿A qué edad se casan las personas estos días? Te aseguro que la mayoría se casa antes de los treinta, tienes 18 -evidencié -te casas con ella en unos cuatro o cinco años o te quedas solo hasta después de los 25 en donde la gente no confiará en tí porque "por algo nadie lo quiere".
Se quedó pensando un rato, creo que no lo había visto así.
-Mañana iré contigo y te ayudaré a qué no te deje para que después te arrepientas, porque decir que a tu novia "la traes loca" es de patán -en tanto le mostré el pizarrón se molestó, pero no dijo nada.
Me senté en la cama mientras él, ahora sí, hacía el dichoso ensayo.
¡Era muy cómoda! Nunca me había acostado en una cama tan cómoda y caliente.
Este sujeto no tiene armas, fácilmente le puedo parar si trata de atacarme mientras duermo.
Tomé una almohada y me metí entre las sábanas. No me podía relajar por completo, pero estaba más que bien ahí.
Estaba casi durmiendo cuando escucho su silla moverse.
-Hey, Siete, ¿Qué te parece...? -se destuvo -rayos, esa es mi cama... Supongo que hoy iré a dormir al cuarto de visitas.
Se escuchó como se acercaba a la puerta.
-Idiota -declaró para después irse.
Ahora sí podía dormir en paz, por lo que me relajé en su totalidad y me dormí.
¡Hola!
Espero que se encuentren lo mejor posible y que les haya gustado este capítulo.
Me causa mucha emoción empezar otra aventura de la que todos los que lean esto son parte ¿Y a ustedes?
Les prometo dar lo mejor de mí para que sea una historia decente, de ahí a más creo que es muy subjetivo.
¡Nos leemos luego!
ESTÁS LEYENDO
Creado Para Esto
FanfictionEddie X Male reader Los personajes de Stranger Things no me pertenecen, solo creé esta historia con el afán de entretener a quien quiera leer y a mi mente. Espero que les guste, si hay algo que no quedó claro siempre se puede preguntar, no tengan mi...