Capítulo 6

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Ya se habían ido, eso podía escucharlo. Por lo que me levanté de la cama con mucho menos dolor que ayer y fuí hasta la cocina.

Me preparé un sándwich y con este aún en la mano me fuí caminando a la casa del desaparecido.

-¿Siete? -paré al escuchar la voz de Eddie -¿A dónde vas?

Le mostré que no tenía nada en dónde escribir, por lo que le abracé para despedirme y seguí mi camino.

Pude notar que el chico me seguía de un poco más lejos hasta que llegué a la casa de los Bayers y cuando la madre del lugar me recibió, él siguió caminando.

-¡Siete! -me hizo entrar -mira, te acuerdas que me habló por las luces -yo asentí -hice este muro para poder hablar.

-¡Que estupenda idea! -mencioné -es perfecto, justo le venía a comentar sobre eso.

-¿En serio? -preguntó -Jonathan dice que estoy enloqueciendo, pero sé que mi niño está ahí, y entre él y Hopper...

-No sé quién es él, pero esta es una muy buena idea, si podemos hablar con él, nos podemos poner de acuerdo para traerlo y no tener que buscarlo -aporté.

Ella iba a contestar cuando tocaron la puerta.

-Lois, encontraron al niño -se escuchaba deprimido el señor.

-¿En serio? -se notaba aliviada.

-Su cuerpo estaba en el barranco...

-¡No es él! -gesticulé de manera agresiva.

Ese solo es papá cubriendo sus errores.

-¿Qué ? -preguntó ella curiosa.

-Apuesto que el cuerpo quedó "irreconocible" -afirmé.

-¿Cómo quedó su cuerpo Hopper? -cuestionó ella.

-Dicen que quedó irreconocible después de estos días sumergido y sus golpes contra las rocas -dijo desanimado -¿Quién es el niño?

-¿Qué te importa? -le respondí sin que supiera -señora, si espera a que llegue su hijo, él podrá decirle que el chico que murió no es él.

-¿Qué dices hacer? -preguntó de manera golpeada, pero entendible.

-No llamar la atención, si ellos quieren que se celebre un funeral para limpiar sus manos, hagámoslo mientras traemos al real de vuelta -expliqué -necesitaremos las luces.

-Bien Hopper, mañana será su funeral -declaró esta cortante para después cerrarle la puerta en la cara -¿Cómo traemos a mi hijo.

-Vamos al muro -salimos de la puerta -¿Cómo le hacía preguntas?

-Solo las decía en voz alta -comentó ella.

Eso será un problema, al menos para mí.

-Ya voy, solo le avisaré a mamá que estoy bien -escuché a Jonathan entrando a la casa -¡¿Siete?!

Yo solo lo miré al igual que su madre.

El suspiró y se asomó a afuera.

-¡Está aquí! -le gritó a Steve, pude escuchar una maldición suya.

-Barb desapareció -entró la chica para tomar mi camiseta -¿Lo que te atacó ayer se la llevó?

-¿Siete fue atacado? -comentó la señora.

-Mamá, ¿Qué haces con la decoración de Navidad? -preguntó su hijo.

-¡¿Tienes idea cuánto me preocupaste?! apareció Steve en la puerta -Dios, pensé que habías muerto, que el monstruo te había atacado o algo.

-¿Monstruo? -volvió a preguntar la dueña de la casa.

-Dios, si te hubieras desangrando... -comentó el chico regañándome.

-¡Silencio! -gritó la dueña de casa de forma algo desesperada -¡¿Qué demonios está pasando?!

-Este chico recibió heridas muy graves ayer y ahora se anda paseando como si no le hubiera pasado nada -dijo el de chaqueta azul.

-Mamá -se acercó Jonathan -no te quería meter para no darte esperanzas si no resultaba -me miró enojado -pero él ya te metió.

-¿Esperanzas? -preguntó extrañada.

-Will está atrapado en otra dimensión, hay pequeños portales en el bosque, pero un monstruo pasó a este lado y cuando Siete trató de ir a buscarlo tuvo problemas y ayer terminó casi muerto -explicó.

-Ahora también Barb desapareció -expresó preocupada la chica.

La señora Bayers me abrazó fuertemente.

-Gracias -susurró.

-No debe agradecer, no lo logré traer -mencioné -por eso quería seguir su idea del muro, si logramos acordar un punto de encuentro, lo puedo buscar más fácil.

-Entonces ¿No me volví loca por hablar con él por las luces? -preguntó feliz.

-Señora, eso fue brillante -le sonreí -pero debemos planear el funeral el "niño que encontraron" para no levantar las alertas del laboratorio.

-En ese caso, tú y Jonathan van a planear el funeral y Steve y Nancy me ayudan a tratar de hablar con Will hasta que conteste -declaró más animada.

-¿Y Barb? -cuestionó Nancy -¿Cómo hacemos un punto de encuentro?

-No sé, pero por mientras saquemos a Will, si él la ha visto nos podría ayudar -le señaló su novio.

Tomé lápiz y una libreta que estaba cerca del desconectado teléfono, para después con él hermano mayor subirnos al auto.

Cómo no podía ver mis anotaciones mientras maneja habló todo el camino de  que por fin íbamos a encontrar a Will.

¿Cómo estará Once? ¿Seguirá en el laboratorio?

La buscaré después de resolver este problema, pero si ella ya se fue con alguno de los chicos que escaparon... Respetaré su decisión.

Al llegar al lugar entramos y un sujeto se puso a guiarnos mientras hablaba de tumbas.

Por una ventana pude ver a Eddie caminando, se le veía decaído...

-¿Puedo salir un rato? -le pregunté a mi acompañante.

-Claro -respondió algo extrañado.

Afuera fuí hasta el chico y lo abracé, lo que pareció sobresaltarle.

-¿Siete? -me miró sorprendido.

-¿Sucede algo? -le miré, tenía los ojos algo hinchados, moretones por la mandíbula y en lo poco que se veía de sus brazos.

-No, todo cool -respondió nervioso tratando de taparse.

-Espérame aquí -le mostré serio.

Entré solo para darle una nota a mi acompañante para decirle que iba a llegar en la tarde.

Cuando volví con Eddie, él estaba mirándose los brazos. Lo que aproveché para tomar su mano y llevarlo a la casa de Steve para curarlo.

Si alguno de esos moretones se hizo con vidrio, va a tener microcortadas que se pueden infectar y hay que ponerle hielo para la hinchazón.

El chico trataba de quitar su mano siempre que aparecía alguien, pero no le dejé, no quiero que se escape.

Al llegar a la casa de Steve, tenía la puerta abierta, por lo que entramos rápido.

En la mesita aún estaban las cosas con las que me curaron a mí.

Lo senté en el sofá y me fuí a lavar muy bien las manos.

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