Creado Para Esto

Capítulo 20

Me rehusaba a moverme, pero eso no evitó que mi padre entrara llamando la atención de mis amigos.

-Siete -caminó hacia mí por el pasillo haciendo que ambos chicos se apartaran levemente de mí.

-¿Usted quién es? -cuestionó Eddie algo molesto.

-Es mi papá -acepté a lo que él igual se quedó cerca mío.

-Necesito que revises una cosa -explicó -que Melisa y Shell no pudieron encontrar.

-¿Tienes hermanos? -preguntó el chico aún a mi lado.

-Son perros -comenté volviendo a centrar mi vista al progenitor -¿Hubo avistamientos?

Sabía que esa palabra mi amigo no tenía cómo saberla en lenguaje de señas, así que no hubo problemas.

-Dos -agarró fuertemente mi hombro para llevarme afuera a pesar de las protestas del lindo chico que me seguía.

-Aún estamos en clases -trataba de alcanzarnos hasta que agentes le taparon la pasada.

Ahí pude ver a un costado a Steve y Nancy conectando nuestras miradas. Corrieron hacia mí, pero solo me despedí con una sonrisa.

Debía terminar mi trabajo y luego podría volver.

Después de unos minutos en auto me bajaron donde nadie pudiera verme.

-Esto es todo lo que podemos darte -me pasó un paño con olor a Demogorgón.

Saqué mis orejas y descubrí mi verdadera nariz para oler mejor.

Podía oler comida pudriéndose, plantas, tierra, personas, perros y uno que otro gato.

Un pequeño pedazo de rastro llegó hasta mí, estaba muy lejos, pero comencé a correr a mi máxima capacidad.

Pocos minutos después llegué a la parte de atrás de una casa con el equipo de papá siguiéndome en los autos.

En el basurero había más olor, pero este iba hacia el bosque, por lo que continué por la pista.

Cierto punto entre los árboles el aroma ya no era solo de uno, sino de varios ejemplares. Una muy mala señal.

Paré frente a un gigante agujero en la tierra para esperar a los agentes.

-¡Solado! -esa voz me hizo quedarme recto en el lugar.

El militar estaba ahí, frente a mí con su mirada victoriosa.

-¿Qué espera soldado? -cuestionó acercándose amenazante -baje.

-Señor, hay muchos especímenes abajo -informé.

-¿Tengo cara que me importa? -preguntó sarcástico, pero duró -¡He dicho que bajes!

Salté al agujero, no podía negarme a una orden suya, no otra vez.

Abajo había un gas con olor familiar, pero que camuflaba los demás aromas. Se podían ver raíces por túneles que continuaban kilómetros. Definitivamente era del "Otro lado"

-Explora la zona y vuelve en una hora, si no apareces cerraremos el túnel -no tuve más opción que seguir órdenes.

Caminaba despacio tratando de hacer la menor cantidad de ruido posible, hay una pequeña probabilidad que sea un túnel no muy usado.

No sabía cuánto había pasado y lo que he caminado, todo el túnel de ve exactamente igual. Pero decidí que ya era momento de volver.

Mis instintos de supervivencia se activaron cuando escuché una estampida dirigiéndose a mí. ¿Había activado una trampa sin notarlo?