Capítulo 24

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Ya estaba caminando fingiendo que no sentía nada, cuando claramente era todo lo contrario.

Steve y Nancy iban de primeros, los niños detrás con las brújulas terminando la formación Jonathan y yo al final.

La pareja de adelante discutía, aunque no le presté atención al motivo.

Algo se escuchó por el lateral, lo que me hizo sacar las orejas, cola y descubrir mi nariz.

-¡Juntos! -indicó mi compañero haciendo que todos se pagarán protegiendo a los niños.

Guardaron silencio esperando una reacción de mi parte cuando un olor a sangre se hizo presente.

Tomé a los niños para subirlos a un árbol cercano para después continuar con lo de mi edad.

Una vez todos a salvo seguí el olor no tardando en encontrar raíces por el suelo que se unían.

Cuando tuve al laboratorio enfrente un escalofrío recorrió mi espalda, todas las raíces se juntaban ahí junto con muchos cuerpos de científicos destrozados y masacrados.

Me subí un árbol de un solo salto cuando escuché pasos.

Las criaturas esas comenzaban a tironear los cuerpos hasta un agujero cercano aprovechando la sombra del bosque.

Punto positivo, ya descubrimos el centro de la madriguera y posiblemente el portal, punto negativo, entrar será un martirio y en la sombra resisten lo suficiente como para matar.

Volví de árbol en árbol tratando para no pisar cualquier raíz que estuviera en el suelo.

Al llegar con los demás tomé a mi hermanita, a Max y a Steve para bajarlos primero, después de todo los tres estaban cerca.

Bajando al tercer grupo la herida de la espalda me dió una punzada a lo que caí al piso con ellos encima empeorando la situación.

-¡Siete! -gritó mi amigo corriendo hacia donde yo estaba, no podía pararme.

Respiré profundo y aproveché mi falta de zapatos y calcetines para ver si podía mover los dedos de los pies y manos.

Fué un gran alivio el verlos danzar en mis extremidades, significaba que no iba a quedar en silla de ruedas o parapléjico. Pero de ahora en adelante debo ser cuidadoso.

Con un gesto detuve al que estaba a mi lado de levantarme, lo mejor era quedarme ahí un rato.

Luego de que todos los demás se fueran a los autos, incluyendo Nancy que seguía peleando con su novio, quedamos solos los dos.

-No es por ofenderte ni nada, pero realmente necesitaba este silencio -admitió en un suspiro -Jonathan le sigue insistiendo a Nancy que deberían publicar la historia, que encontraron a alguien que les creía.

Se veía muy agobiado.

-Entiendo sus motivos, pero no se me ocurre una peor idea -se acostó en el piso al lado mío -según ella evitarán todas las partes que te involucren a tí, a Once y a Will, pero entonces ya no tiene historia y el publicar pierde sentido.

Así que ese era el motivo, la verdad es que concuerdo con él, y no sé qué prefiriría la familia de su amiga, decirles que se escapó o que murió en un mundo alternativo con criaturas escalofriantes que para rematar está la entrada en su mismo pueblo.

-Hablé con Jonathan para tratar de que entre en razón y que me ayude, pero él también está terco a decirle a esta persona que conocieron por teléfono -que frustrante... -¿Ya te sientes como para ir?

Levanté el pulgar para después pararme despacio y llamar la atención de mi amigo moviendo la mano.

-¿Qué pasó? -me levanté la camiseta y lo escuché maldecir -vamos a revisar eso tú y yo en casa, ¿De acuerdo? -tomó mis hombros, a lo que yo asentí mientras me bajaba la prenda.

Una vez en los autos notamos que Nancy se iba a ir en el auto de Jonathan, en el nuestro solo estaban Dustin, Once y Max.

-Nosotros nos vamos a casa ahora, tenemos que hacer algo -mencionó el mayor -¿Seguros que quieren ir? -me miró a lo que yo asentí.

No tenía problema con que ellos vieran las heridas, mi problema estaba en otro auto.

-Por mí bien -contestó la peliroja -además, le dije a mi hermano que estaría con Ce y sería raro que ella no esté con Siete.

Tiene un punto ahí.

Partimos nuestro camino, la fila de atrás estaba animada conversando mientras yo cerraba los ojos sin dormir.

-¿Entonces Siete no tiene poderes como los tuyos? -preguntó la amiga de mi hermana.

-No, pero es genial, cuando enfrentamos al Demogorgón lo mató solo -"defendió" el de rulos.

-Está Once y está Siete, ¿Qué habilidades tenían los otros números? -cuestionó.

-Todos con la mente -contestó mi hermana -menos Siete.

-¿Y por qué meter a alguien que no es psíquico? -entiendo que sea curiosidad, pero esa respuesta solo la tengo yo, mi padre y el General a cargo de la armada del país, pero este ya murió . Ni siquiera a los soldados o investigadores le dijeron la razón de mi existencia.

-No lo sé, tampoco estaba con nosotros todo el tiempo -eso es verdad.

-¿Siete? -me llamó Dustin.

-No lo molesten ahora, debe estar muy cansado -pidió Steve -le pueden preguntar después.

-No te preocupes -señalé, lo mejor era evadir la pregunta ahora que está fresca y no después que lo piensen un rato -existo porque la oportunidad se presentó. Fuí el único al que pudieron hacer y por eso lo hicieron.

-¿Qué? -cuestionó la de pelo rojo después de que mi hermana tradujo.

-Es como cuando intentas algo "difícil", pero cuando no lo logras no lo vuelves a hacer. Solo querían saber que podían, aunque eso no quiere decir que les haya gustado -expresé vagamente.

Respuestas así hay muchas para todo lo que se pueda imaginar. Siempre está le explicación incorrecta, pero que satisface al que escucha.

En el camino devuelta no volvieron a tocar el tema, lo cual decía que la evasión fue efectiva.

Steve trató de ayudarme a bajar, lo que no le dejé,  al menos se quedó tranquilo dejándome en el sillón mientras iba por el botiquín.

Al levantar mi camiseta se escucharon gritos de los menores.

-¡¿Qué te pasó?! -cuestionó Max.

-¿Qué es eso? -trató de tocar mi costado Dustin siendo apartado por el mayor.

-Eso es lo que quiero averiguar -afirmó Steve.

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