Capítulo 1.

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26 de septiembre de 2023.

8:00 A.M.

Austin, Texas.

Eduardo Valles, conocido más comúnmente como Lalo, se levanta como todos los días para preparar el desayuno.

-Ya no hay mezcla para panqueques.

Se pone ropa y sale a hacer la despensa. En el camino, saluda a su vecino.

-Hola señor Adler.

-Hola Lalo, ¿cómo va tu día?

-Bien, gracias, ¿y el suyo?

-Ah, podría ser mejor. Alice está enferma desde ayer. No sé que tiene pero si empeora la llevaré al hospital de la ciudad.

-Ah, lo siento. Bueno, tengo que irme, espero que su esposa se recuperé.

-Gracias, muchacho. Cuídate.

Al llegar al supermercado Lalo se lleva una gran sorpresa: no hay nada de harina en todo el establecimiento.

-Disculpe, ¿sabe a qué hora llegará la harina?

-No llegará-le responde uno de los encargados.

Lalo parpadea varias veces, sorprendido.

-¿Por qué?

-¿No has visto las noticias, amigo? Casi todos los productos derivados de granos están siendo rechazados y retirados de las tiendas desde ayer. En especial los que vienen de Sudamérica y México. No sé porqué, pero parece algo grave.

Suspirando, Lalo sale luego de hacer su despensa. Aunque no le guste, tendrá que desayunar huevo con jamón, no hay otra cosa.

10:00 A.M. 

Luego de desayunar, Lalo se prepara para irse a la escuela. Mientras mete sus cosas en la mochila, escucha las noticias.

-Los disturbios continúan en Ciudad de México y las autoridades no han podido hacer nada para recuperar el control de la situación. El gobierno federal ha empezado a movilizar unidades militares para tratar de restablecer el orden público y el presidente se ha visto obligado a declarar estado de emergencia e imponer la ley marcial en todo el territorio nacional...

Después de meter el último libro, Lalo sale de su casa y se dirige a la parada del camión para llegar a su universidad.

12:00 P.M. 

Lalo está sólo, comiendo su almuerzo mientras ve vídeos en YouTube, como siempre. No tiene amigos y la verdad es que así lo prefiere, ya que le cuesta hablar de sus gustos con la gente por miedo a que se burlen de él. Mientras come, nota un brillo en la pantalla de su celular que parece un reflejo. Pensando que le están gastando una broma, se voltea molesto, pero nota que no se están dirigiendo a él. De hecho, era un joven que tenía una pulsera metálica y al que le temblaba la mano. De hecho, todo su cuerpo estaba temblando, como si le estuviera dando una pequeña convulsión. Lalo vio eso muy raro y se alejó un poco del lugar.

14:00 P.M.

Después de clases, Lalo se da cuenta de que se le olvidó detergente para la ropa de color así que regresa al supermercado. En el camino, ve un montón de patrullas, ambulancias y camiones de bomberos pasar a toda velocidad por la calle. Aquello le pareció un tanto extraño pero decidió no darle muchas vueltas y siguió su camino, pensando que hubo un accidente o algo por el estilo.

No te abandonaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora