Mientras huía, Lalo no podía creer el caos que se había apoderado de las calles. Coches en llamas, gente corriendo por aquí y por allá, edificios explotando...
De repente, chocó con otro coche que se le atravesó y se golpeo la cabeza, casi desmayándose. Todavía viendo estrellitas, Lalo bajó del vehículo y vio que el otro coche se había volteado.
-¡Carajo!
Se apuró a llegar hasta el vehículo y revisó la parte trasera. Había una pequeña niña de cabello rubio y vestida en pijama que sacudía el asiento que tenía enfrente.
-¿Papi? ¡Hey!
-¡Niña! ¿Estás bien?
-Sí, creo que sí, pero mi padre...
-¡Resiste, los sacaré de ahí!
Como pudo, Lalo rompió el vidrio y sacó a la niña del vehículo. Los otros dos ocupantes, un par de hombres, uno joven y otro con barba, salieron por su cuenta.
-¡Cuidado!
Uno de esos "locos" se le fue encima al de barba y trató de morderlo.
-¡A un lado!
Lalo tomó su arma y disparó. El hombre cayó muerto, pero todavía no estaban a salvo.
-¡Ay!
-¿Estás bien, niña?
-Me duele la pierna...
-¿Mucho?
-Sí...
-¡Tendremos que correr!-dijo el hombre joven.
-Manténla a salvo, niño-dijo el de barba-¡Tommy, vamos!
Lalo cargó a la niña y salieron corriendo mientras el caos seguía en la ciudad. Una gasolinera explotó cerca de ellos y los obligó a tomar otro camino.
-¡Esas personas se están quemando!
-¡No mires, Sarah! ¡Mírame a mí, cariño! ¡Aquí estoy, junto a ti!
Siguieron corriendo, pero las salidas eran cada vez menos. Choques, explosiones, no tenían por dónde ir, y para colmo aquellos locos también les bloqueaban el paso mientras devoraban a la gente.
-¡Retrocedan, son demasiados! ¡Por el callejón!
El hombre joven, que por lo que Lalo había entendido se llamaba Tommy, les señaló un callejón a su izquierda y abrió una reja.
-¡Vamos!
Lalo y la niña fueron los primeros en entrar y siguieron corriendo, pero uno de los locos se les fue encima y por poco los devora, de no ser por Tommy que le disparó.
-¡Está muerto, sigan!
-¡Maldita sea, entran por el vallado!
Llegaron hasta un bar con los locos pisándoles los talones.
-¡Adelante, busquen una salida!
Entraron al bar y Tommy junto al otro hombre se quedaron atrás, deteniendo la puerta mientras los locos intentaban entrar.
-¡Vayan a la autopista! ¡Corran!
-¡¿Qué?!
-¡¿Tío Tommy?! ¡¿Papi?!
-¡Ve, tú tienes a Sarah! ¡Correremos más rápido!
-¡Vas a estar bien cariño, nos reuniremos pronto!
Lalo no tuvo opción. Salió del establecimiento todavía con la niña en brazos.
-¡No podemos dejarlos!
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No te abandonaré.
FanfictionLalo era un chico aislado y poco social que tenía como único objetivo estudiar y ser alguien en la vida. Hasta que un día, una pandemia que convierte a las personas en una especie de zombis lo toma por sorpresa y se ve obligado a huir. En el camino...