➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵

Sidestory I: Yacchan x Tamura (+18)

|Yacchan|

Supongo que era cuestión de tiempo para que yo cayera por alguno de los chicos de ese ridículo club, como ya habían hecho mis amigos e incluso profesores.

– ¡Oe Yacchan! ¿Estabas escuchando lo qué dije?– preguntó uno de mis compañeros del club de soccer mientras me miraba con una ceja enarcada, yo sonreí y asentí como respuesta a su pregunta.

Siendo sincero, no había escuchado ni mierda de lo que había dicho; deje de prestarle atención en el momento en que comenzó a narrar otro de sus encuentros sexuales con otro de los pervertidos del club de fotografía.

– ¡Es lo que te estoy diciendo! No sé qué demonios pasó cuando en medio de la acción Tamura tomó sus cosas y se largó– seguía hablando a pesar de que le prestábamos muy poca atención a lo que decía.

– ¡Sí!– vociferó otro de mis compañeros dándole la razón–. Estábamos los tres juntos en aquel salón, ¿recuerdas? Ese día nos habíamos saltado la práctica para vernos con Tamura-senpai.

– Idiotas no está bien que se salten las prácticas y menos si es para ese tipo de cosas– les recriminó el presidente de nuestro club a lo que yo asentí dándole la razón.

– Yacchan, ¡di algo! Ese día Tamura nos dejó colgados* porque fue hacia ti.

¿Eh? ¿Dónde mí?

– ¿Será qué Yacchan le gusta a Tamura-senpai?– esa pregunta fue suficiente para que escupiera el agua que bebía en ese momento.

¿Qué carajos? ¿Yo gustarle al pervertido del inodoro? Ni en sueños. ¿Qué clase broma de mal gusto era está?

– No digan esas cosas, ¡ni en broma!– me queje y con mis manos negué.

Todos en el club sabían que no me interesaban los chicos, no sé porque de la nada salieron sobre qué el idiota del inodoro está enamorado de mí.

Oh, ya recuerdo, ese día el inodoro se apareció de la nada cuando yo estaba con Aiko. Esperen, ¿y si es Aiko quién le gusta?

– Y hablando de chicos que siguen a Yacchan– murmuró el chico que estaba sentado detrás de mí a la vez que señalaba a Aiko quien venía corriendo desde la distancia.

A juzgar por su mal aspecto, parece que el entrenador del equipo de baloncesto les dio otro fuerte entrenamiento. Ahora me tocaba de nuevo escuchar sus quejas sobre lo mucho que odiaba a ese hombre.

– Yamada-san no es como ninguno de ellos. Bueno, creo que me voy. Gracias por su arduo trabajo– me despedí y comencé a caminar hacia Aiko.

Desde que me confesó que era una chica, no podía evitar apreciar los rasgos femeninos en sus facciones.

– Yacchan, ¿ya almorzaste?– me pregunta con alegría y comienza a halarme del brazo en dirección hacia la cafetería.

– Aiko-san, ¿no se te olvida algo?– le pregunté en un tono divertido a lo que ella se sonroja casi de inmediato.

– Yacchan, alguien podría vernos– se niega mientras mira a nuestro alrededor.

– Ay vamos, eres una niña buena, ¿verdad?– le digo con una falsa sonrisa y entre murmullos, ella finalmente acepta besarme.

(...)

Se relamió los labios de una manera muy sensual para después indicarme con su dedo índice que guardará silencio. Se tomó el descaro de empujarme haciéndome caer sentado sobre la tapa cerrada del inodoro, luego cierra la puerta del cubículo detrás de él y prosigue en sentarse en mi regazo.