Capulítulo 26: Hay que estudiar

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Estaba dispuesta a contarle todo. Sobre la falsedad de Yacchan. Sobre sus sentimientos no correspondidos. Sobre lo que se traían Yacchan y Toono; e incluso sobre esas veces que el chico se queda a dormir con él. Kashima merecía saberlo todo.

–De verdad que necesitamos estudiar –dice Toono llegando e interrumpiéndome incluso antes de que pudiera comenzar a hablar. El chico aparece de la nada y lanza sus cuadernos sobre la mesa.

Casi me pilla hablando de él.

–Toono –exclama Kashima con alegría y juraría que de los ojos del chico de cabello azul salían estrellas.

El chico que recién llegaba toma asiento con nosotros en la mesa y suelta un gran suspiro. 

Que coraje. ¿Acaso Yacchan y él me iban a interrumpir siempre que intentara decirle la verdad a Kashima?

–¿Y por qué no utilizan los mismos métodos de Yuri? Digo, ahora que sé de qué trata su club.

–Nunca olvidarás lo de Yuri-senpai, ¿verdad Yamada-san?

–Di lo que quieras pero yo insistiré en que no es justo.

–Yamada-san, Akemi aún dice sobre que nos ayudes a estudiar.

¿Por qué este club de pervertidos aún ruegan por mi ayuda? Yo me negaba rotundamente a compartir una misma habitación con Ayato Yuri. Y ni hablar de Yui Tamura, con el chico de cabello azul cielo ahí, probablemente no podría concentrarme.

–Yo ya quedé en ayudar a Yacchan –les dije encogiéndome de hombros a la vez que le echaba una ojeada a los cuadernos que Toono había traído con él.

Y era cierto, le prometí al chico que desde hoy nos comenzaríamos a juntar después de clase a estudiar para los exámenes de trimestre. Probablemente aprovecharía la ocasión para decirme que le ayudará a limpiar su habitación.

Pero sin embargo, también tenía ganas de ayudar al club de pervertidos; y no por ellos, sino por Kashima y Toono, ambos me lo habían pedido tantas veces que me sentía mal de volver a decirles que no. Da igual, sé que después me voy a arrepentir.

–Está bien –dejé de mirar los cuadernos para regresar la mirada hacia los chicos que tenía al frente–, les voy ayudar a estudiar.

Ya estaba comenzando a arrepentirme.

Ambos sonrieron para después ponerse de pie y comenzar a caminar fuera de la cafetería. ¿Pero querían estudiar ahora?

Suspiré con pesadez y me puse de pie para seguir a ambos chicos hacia donde sea que quisieran ir. Los seguí hasta un salón algo apartado del plantel principal de la academia, no recuerdo si fue Toono, pero uno de ellos me había comentado sobre que habían trasladado a su club –el mismo que se suponía que fuese un club de fotografías–.

–Akemi-senpai llegamos –avisó Toono con su mano fija en la perilla listo para abrir la puerta, antes de abrir, volteó a verme–. Yamada-san, lo siento porque los senpai son algo... peculiares a la hora de estudiar– y sin previo aviso, abre la puerta.

Mis ojos se abren a la par con sorpresa al mirar dentro del salón. Todos los miembros del club estaban desnudos.

–¡Oh Yamada-san! –me saluda alegremente Akemi sentado sobre el regazo de su novio.

¿Acaso ya era muy pronto para arrepentirme?

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Supongo que Kashima seguirá sin enterarse.  Por cierto, muchas gracias por el apoyo. Aki y yo le queremos un chingo. 🥴❤️

➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora