Capítulo 14: Pistolas de agua

487 77 3
                                    

Al día siguiente, el cielo estaba hermoso. Tenía un tono azul divino y repleto de nubes blancas que tenían divertidas formas. De seguro los entrenadores tenían planeado algo divertido e interesante para el día de hoy.

–¡Aki-san debemos presentarnos con los entrenadores y los demás grupos! Creo que van a dar sandías –su última declaración fue lo que hizo falta para que finalmente me levantara del saco de dormir en el que aún estaba acurrucada.

¿Sandías dices? ¡Yo amo las sandías! Ren y yo las amábamos desde niños porque la abuela tenía una pequeña finca en las que las cultivaba.

En el momento de salir de mi pequeña tienda un gran chorro de agua me empapó todo el rostro. Y con la burlona risa del bromista, ya sabía de quién se trataba. ¿De quién podría tratarse sino es de Yui bastardo Tamura?

–Buenos días, nena deportista –me dijo en un tono burlón y volvió a tirarme otro chorro con la pistola de agua que tenía entre sus manos.

–¿Qué no ibas a estar con el grupo de Yuri? –me quejé y tomando una toalla para secarme el rostro. Yo que había despertado feliz porque no le vería la cara.

–¿Eh? ¿Qué dices? Recuerda que yo estoy aquí para vengarme de ti –me guiñó un ojo y salió corriendo.

Ugh, con que pervertido, resulta ser raro también. Creo que en esta academia son todos unos raros. Desde los profesores, hasta cada estudiante.

Pero ya qué, tenía asuntos más importantes. ¡Como comer el pedazo de sandía que el resto de integrantes del grupo traían! ¡Que emoción!

(...)

Permanecí oculta detrás del arbusto evitando moverme. Me aferré con fuerza a la pistola de agua que traía entre mis manos y en silencio, esperé a que se acercara. Al tenerlo cerca, no pude evitar sonreír para salir de mi escondite y dispararle un gran chorro de agua en el rostro. Su expresión fue de lo más épica, y sin poder evitarlo, solté una gran carcajada.

–Maldita seas, nena deportista –se quejó el chico de cabello azul cielo y pasó su mano por su rostro.

¿Acaso no creía qué le iba a cobrar la de antes? Aún no me conoces, Yui Tamura.

Estaba apunto de dispararle otro gran chorro de agua, pero antes de que pudiera volver a mojar al chico frente a mí, alguien más me había disparado cobrando venganza por su amigo. Al ver el culpable, fruncí las cejas y apunté hacia él para dispararle. Maldito enano.

–¿No te advertí qué Yari-bu te iba a vigilar de cerca Yamada-san? –se rió Akemi y con inocencia se encogió de hombros.

Él salió corriendo y salí corriendo detrás de él. Al lograr alcanzarlo, le dispare un gran chorro de agua en el rostro. Y con ello, mi arma se quedó sin munición. Me había quedado sin agua.

Tuve que regresar al río donde estaban Yacchan y Toono para poder recargar municiones. Al llegar, me sorprendí un poco al encontrarme con el río repleto de estudiantes y entre estos recién llegados, Kashima.

Puede que todos estos chicos fuesen raros y pervertidos, pero sabían cómo divertirse.

➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora