Capítulo 40: Inodoro y fea

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–Tamura ha estado muy raro estos días –le comenté al chico delante de mí.

–Yo siempre he creído que Tamura-senpai es raro –me dice Toono restándole importancia a la situación–. Aunque hoy tuvimos una reunión del club y él no fue.

¿Qué? ¿¡No había ido a la reunión de su club!? El bastardo me envío un mensaje diciéndome que estaba en una reunión con Akemi y Yuri.

Iba a matar a ese maldito mentiroso de cabello azul cielo cuando lo viera. Ya sabía yo que no podía confiar en él. Recalquemos que la última vez que confíe en Tamura, me dejó plantada esperando por él toda la noche.

No quería pensar que Tamura últimamente me evitaba porque se acostaba con otros chicos a escondidas de mí. Tan siquiera quería imaginar que hacía todo eso por Akemi. Por ese jodido enano rubio.

Pero sin embargo, Tamura no es el único raro; Yacchan últimamente se ha comportado algo extraño. En su manera de hablar, he notado como si me ocultara algo. Y a veces su humor está más insoportable que de costumbre.

Hoy mismo, Tamura me saludó por la mañana con un beso y no lo he vuelto a ver durante el día. Y ahora mismo estaba almorzando con Toono porque Yacchan no me escribió para que almorzara con él.

¿Acaso los dos se habían cansado de mí?

–Ya termine Yamada-san, ¿nos vamos? –me dice Toono poniéndose de pie.

Me quedé mirando su bandeja molesta. Casi no había comido nada. Aún le quedaba más de la mitad de su almuerzo. ¿Cómo es qué este chico no podía comerse todo lo qué venía en el segundo menú? ¡Si solamente era un plato principal y un complemento!

–Toono –le sentencié y no hubo necesidad de insistir cuando el chico se volvió a sentar.

Rodando los ojos, Toono se lleva una pequeña porción de arroz a la boca y a la vez que mastica, mira todo el lugar. Al mirar hacia la salida de la cafetería, abre los ojos con gran sorpresa para después tragar.

–Es Tamura-senpai –pronuncia apenas termina de masticar.

Y efectivamente, era él. Sus ojos fijos en la pantalla de su celular mientras camina hacia la salida del lugar.

–¡Nos vamos! –le dije a Toono poniéndome de pie y Toono imitó mi acción.

El chico de cabello marrón se dirige a botar sus desperdicios y me sigue hacia la salida. Comenzamos a seguir a Tamura pero manteniendo algo de distancia para que no se diera cuenta de que le seguíamos. El maldito pervertido siguió caminando hasta llegar a la cancha de soccer. ¿Acaso venía a ver a un chico del club de Yacchan?

–Maldito –murmuré mientras le seguía viendo a la distancia.

Tamura miró hacia todas partes y al no ver a nadie, caminó hacia las gradas. No había notado que alguien cubierto con una capucha le esperaba. El chico misterioso se levantó para plantar sus labios contra los de Tamura. En medio del beso, Tamura le quita la capucha dejando al descubierto su cabellera naranja con una coleta improvisada al costado.

–¿¡Yacchan!? –gritamos Toono y yo al unísono.

➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora