➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵

Capítulo 10: Hongo que actúa como delincuente

A pesar de que fingía no haberme dado cuenta, sabía que Tamura me seguía. Lo estaba haciendo desde la mañana. Le advertí a Kashima para que le dijera que dejara de hacerlo y aún así, me seguía.

Al parecer alguien se tomó muy literal lo de Yari-bu vigilarme de cerca.

Ahora mismo estaba dando vueltas alrededor de la cancha como parte de nuestra rutina de ejercicios y lo veía como me vigilaba desde la parte trasera de las gradas. Me miraba cruzado de brazos a la vez que sonreía dejando ver sus colmillos.

–¡Muy bien! Se pueden tomar una pausa –nos avisó el entrenador y dejé de correr para dirigirme hacia donde se encontraba Tamura.

–Deja de seguirme maldito demente –me quejé señalándolo.

–¿Y tú no saludas o qué? –se quejó y rodó los ojos.

Me estaba haciendo enojar.

–Llevas desde la mañana siguiéndome, ya no lo hagas –di dos pasos hacia al frente quedando más cerca de él. Aquello no lo inmutó y él se quedó parado en el mismo lugar, sin moverse.

Y con gran agilidad, me tomó de la cintura y me puso contra la pared que estaba a nuestras espaldas. Puso sus manos en los costados de mi rostro y sin evitarlo, mis mejillas se enrojecieron un poco.

–¿Qué nos va hacer la nena deportista? –me preguntó burlonamente y alzó mi mentón para que lo mirase.

¿Nena? ¿Acaso ya había descubierto que era una chica? No puede ser. Este loco fue el que entró a mi habitación.

–Hongo que actúa como delincuente –cité lo que decía en aquella nota y él sonrió por ello. Acaba de admitir que fue él.

Soltó mi mentón y con la misma mano, sacó algo de uno de los bolsillos de su pantalón para mostrármelo. Era uno de mis sostenes.

–Así que eres neko, ¿eh? –suspiré aliviada. Solo era eso, aún no descubría que era una chica. Él pensaba que yo era un chico al que le gustaba usar prendas femeninas.

¿Por qué la necesidad de comparar entre lo Tachi y Neko? ¡Que basura todo eso! Ya era la segunda vez que me hacían un comentario respecto a eso. El primero fue Kashima y ahora Tamura. ¿Quién más iba hacer un comentario sobre ser Tachi o ser Neko?

–¿Eres virgen? –me preguntó de repente y le di un golpe en el hombro por la pregunta–. Solo es una pregunta, tan solo dime. Prometo ser gentil contigo.

Agh, que asco. Probablemente Tamura ya hubiese tenido sexo con todos en la academia. Quizás solo le faltaba Yacchan, y por eso tanto le insiste a mi amigo de cabello naranja.

–Ya quisieras –lo empujé y él dio varios pasos hacia atrás–. Solo deja de seguirme, pareces un enfermo.

Tamura sonrió de nuevo y se acercó de nuevo hacia mí, volviendo a sostener mi mentón. Y aunque no quisiera, mis ojos no parecían querer despegarse de los suyos. Detrás de esos hermosos ojos azul cielo se escondía un auténtico demonio.

Se acercó hasta mi oído y comenzó a susurrar:

–No sabes lo mucho que me voy a divertir contigo, nena deportista –y seguido, pasa su lengua por mi mejilla y se va.