Capítulo 19: Soy una chica

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Caminé hacia el salón de literatura y me quedé ahí parada con cierta duda. ¿Debía entrar?

Anoche llamé a Ren y le comenté sobre todo lo que sucedía. Mi hermano de inmediato dijo que me venía a buscar pero yo le dije que no; quería terminar el semestre aquí. Y ante mi negación, mi hermano me dijo que entonces debía decir la verdad.

Debía decirle a Tamura que era una chica. Pero eso era un gran riesgo que tendría dos grandes consecuencias. La primera, se enojaría tanto conmigo que le diría al director y terminarían por expulsarme. O la segunda, aceptar todas las condiciones que él pusiera con tal de que no dijese nada.

–Hasta que llegas –me saludó Tamura y después me tomó de la mano para halarme hacia dentro del aula de clase. Al ser la hora de almuerzo, no había nadie.

–Primero tenemos que hablar, Tamura –lo empuje un poco alejándolo de mí. Quería llorar, se los juro. Estaba muy nerviosa.

–Tranquilo, si es sobre que eres virgen –lamió mi mejilla, yo suspiré pesado por ello–, te prometí que sería gentil.

Yo negué a lo que él sonrió y comenzó a besar mi cuello. Solté una maldición en voz baja y suspiré tratando de controlarme.

Agh, diablos, si seguía así, no me iba a dejar hablar. Era la primera vez que llegaba tan lejos con Tamura y eso me estaba enloqueciendo. Me torturaba, me tenía nerviosa, me tenía asustada y sin querer admitirlo, excitada, o quizás, enamorada.

–No –volví a negar–, no es eso. Ay diablos, déjame hablar, Tamura.

–Puedes hablar –sonrió con cierta diversión–, yo no te lo estoy prohibiendo. Y si es para decirme senpai, mejor.

–Estas loco –me quejé a lo que él volvió a sonreír.

Me tomó de la cintura y me alzó obligando a mis piernas a envolverse alrededor de su torso. Me sentó sobre el escritorio del profesor y se alejó de mi cuello para besarme en los labios.

Por más que todo esto me estuviese gustando, debía recordar que este chico era un pervertido. Yo solamente sería una persona más con la que se estaría acostando, después de todo, esa era la labor principal de su club.

Lo detuve antes de que pudiera meter su mano por debajo de mi camiseta.

–¿Y ahora qué? –se quejó y puso sus manos a cada costado de mí sobre el escritorio.

–Te dije que tenía que hablar contigo, maldito pervertido –me quejé y me bajé del escritorio–. Pero primero tienes que prometerme que no le dirás a nadie sobre lo que estoy apunto de decirte.

–¿Después podemos retomar en lo qué estábamos?

–Hablo enserio, Tamura. Si no vas a escucharme, me largo.

–Bien –rodó los ojos para volver a mirarme–. ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme?

¿Me iba a arriesgar a decírselo? Existía la gran posibilidad de que me expulsaran por esto. Pero yo confiaba un poco sobre que este chico iba a sobornarme a cambio de no decir nada.

–Mi nombre no es Aki Yamada –negué y suspiré. Dios, estaba muy nerviosa–. Me llamo Aiko Ishikawa– me quité los lentes para que pudiera ver mis ojos mejor–, y sí, soy una chica.

➛ Tres es la Perfección [PRONTO FINALIZADA] 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora