Elegidos: más que talentos

Cerca de la verdad

La habitación de Bella está calmada, solo se encuentra ella terminando de hacer su informe de prácticas de Química. Ella aparentemente está concentrada, lleva unos cascos negros que emiten la música que solo ella está escuchando. La chica no sabe exactamente qué sensación tiene en ese momento; miedo, tal vez. Como sea, precisamente se ha puesto música clásica a todo volumen para tratar de centrarse, sin éxito. La situación no ayuda al grupo de amigos a priorizar los estudios como han hecho toda su vida hasta llegar a Venus; a Selena, Adrián, Félix, Kevin y Jessia les pasa lo mismo, han pasado a poner otras cosas por delante. Si eso es bueno o malo es difícil de determinar, simplemente ha pasado.
La puerta de la habitación se abre ligeramente y Jessia asoma su cabeza tímidamente. Bella no la escucha llegar, lo que obliga a la chica a acercarse para llamar su atención. No la quiere asustar, por lo que toca con delicadeza su hombro y espera a que la pelinegra levante la vista. Y lo hace, para la música e instantáneamente una sonrisa se dibuja en su rostro. Se acabó la extraña sensación que le provocaba estar sola en la habitación en ese momento. No solo eso, sino que la persona que le hace más feliz está junto a ella.
-Ey, perdón si te he molestado. -Dice Jessia con voz dulce.

-No digas tonterías, tú nunca me molestas. -Bella se quita los cascos y le da un fuerte abrazo, que provoca que los ojos azules de Jessia comiencen a brillar.
Cuando se da cuenta de que acaba de abrazar a la misteriosa chica, su pálido rostro pasa a estar rojo y sus mejillas se calientan. Sin embargo, Jessia la abraza aún más fuerte, pone su cabeza sobre su hombro, no quiere que el momento acabe, no deja que lo haga.

~No tengáis miedo de mostrar vuestro cariño a la gente que queréis, la vida es muy corta para eso. Creo que a ninguno nos viene mal un abrazo, ¿no?~

Las chicas separan sus cuerpos y se miran, ambas sonrojadas.
-¿Intentamos descifrar el acertijo de Mercedes?-Dice Bella con voz temblorosa sin saber muy bien cómo reaccionar ante la situación, y provoca una ligera risa en Jessia, que asiente con la cabeza y provoca que Bella se ponga aún más nerviosa.
Jessia coge sus apuntes y ambas se sientan en la cama de Bella, con las piernas cruzadas y en frente la una de la otra.

-Mercedes se ha centrado más en la parte de la dualidad onda-corpúsculo que en cualquier otra cosa. -Reflexiona la chica morena.

-Yo también pienso que la clave tiene que estar ahí.

-¿Y si la referencia es más evidente de lo que parece?

-¿A qué te refieres?-Pregunta con interés Bella recolocando sus gafas y mirando intensamente a Jessia.

-De la clase de hoy, la mayor conclusión que podemos sacar es que el electrón, ni es onda, ni es partícula únicamente, sino que puede comportarse como ambas. Las derivadas parciales y la ecuación en sí tienen su significado matemático, pero dudo que se pueda extrapolar a una situación como la de nuestra investigación.

-Tienes toda la razón. Entonces, haciendo una comparación con eso y nuestro caso, ella misma nos ha dado las incógnitas. Ni es nuestra aliada totalmente, ni es enemiga, puede ser las dos cosas y eso nos puede ayudar, pero también perjudicar.

-Creo que acabas de dar con la clave, hay que ir con cuidado con ella, pero su posición en Venus puede ser fundamental para que lleguemos a la verdad.

-Tal vez ella esté dentro de esta conspiración y quiera salir, y ha dado con nosotros. Pero si nos delata, fin de investigar, encontrarán la forma de echarnos a todos. Oye, Jessia, ¿no te parece demasiada coincidencia que la llamaran justo cuando estaba hablando con nosotras?

-No había caído, pero sí, es sospechoso, como lo que nos pasó en el laboratorio, que la alarma empezó a sonar de repente.

-Debemos buscar un nuevo lugar de reunión, Venus no es seguro. Muchas cosas apuntan a que estamos siendo observados.