Super Dragón Ball Af. El ARMAGEDÓN

La resurrección de Zaiko.

Tras la batalla contra Cellbuzer, Zaiko creyó que desaparecería para siempre. Había sacrificado la mitad de su alma para obtener un poder invencible, pero cuando le cedió esos poderes a su padre y a Vegeta, su alma se fragmentó aún más, quedando nada más que un remanente de su mera existencia la xual lentamente se estaba agotando.
La batalla había terminado. Cellbuzer había sido masacrado por su padre usando el poder prohibido, y en ese momento, sólo le quedaba una cosa por hacer antes que morir.

El saiyajin semidiós se acercó a su padre, quien estaba rodeado de sus amigos y de sus propios hermanos. Al ver que se acercaba, todos se volvieron hacia el con una cara inexpresiva, y el sabía que no les importaba en lo más mínimo su desceso. Su padre, sin embargo, lo miró con tranquilidad.

Zaiko: ¿Entonces, esta es la conmovedora despedida padre?

Zaiko notó como sus sentidos se apagaban. Pronto, el dejaría de existir, pero, hacerlo junto al hombre por el cual fue creado, le daba cierta gratitud. La sonrisa tranquila que Goku le dirigió, fue algo que hizo que unos de sus sentidos palpitara aunque fuera por un momento.

Goku: ....Si no hubiera sido por ti... estaríamos muertos... por eso te doy las gracias Zaiko.

A Zaiko le shockearon esas palabras. Era la primera vez que alguien le decía gracias, a él, un asesino sin compasión, y lo que más lo sorprendió fue que vino de su padre.

Zaiko: Sin embargo.. - dijo, tratando de sonar indiferente -... no creas que dejaré de perseguirte hasta finalmente matarte.

Zaiko vio por última vez a Goku, el cual ya estaba desvaneciéndose de a poco mientras soltaba una risa irónica por el comentario de su hijo.
Finalmente, Goku, el guerrero más poderoso del universo, el salvador del multiverso dimensional, había desaparecido.

Pasaron unos cuantos minutos de silencio justo después de ese terrible suceso. Solo los lamentos de los amigos de Goku podían escucharse. Zaiko sentía que su cuerpo cada vez perdía más y más los sentidos e incluso su ki parecía distorsionarse.

Los guerreros Z voltearon de nuevo a verlo. No dijeron nada, solo lo miraron. Zaiko les devolvió la mirada, viendo que estaban totalmente desinteresados en el destino que le había tocado a él.

Zaiko: ... Supongo que este es el fin.

Vegeta se puso de pie frente a él, mirándolo con desdén, mostrando la poca empatía que le daba. Zaiko lo entendía, después de todo lo que hizo en la tierra, no esperaba menos de los amigos de su padre.
El príncipe pasó a su lado, seguido de los demás, que dejaron a Zaiko desapareciendo sin mucho más que decir o hacer.

Zaiko: ..... ¿Así es como acaba mi vida, eh? El poderoso guerrero definitivo Zaiko... desapareciendo de la existencia... para siempre.- dijo mirando sus manos casi transparentes -Jeje... que destino me ha tocado...