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Narra Steve
El regreso a clases se acercaba e Izzie había decidió ir de compras para tener un nuevo guardarropa adecuado a su puesto de profesora.
Así que nos encontrábamos en un centro comercial cuando Sara e Izzie comenzaron a hacer un pequeño desfile con toda la ropa que ambas compraban.
—Este es precioso.
—Amor —me respondió Izzie—. A Sara no le gustan los vestidos. Así que no lo usará.
—¿Ni siquiera si, se lo pido yo?
—Inténtalo.
Camine hasta Sara quien se encontraba entretenida con un cubo de rubik
—Princesa hermosa —la llamé— ¿Qué te parece este vestido?
—Horrendo.
—¿Puedes ponerlo?
—No...
—Sara —la voz de Izzie estaba a mis espaldas—. Tu padre te ha pedido que hagas algo.
—Pero no quiero.
—Está bien. No hay problema —respondí regresando el vestido al lugar de donde lo tomé.
Al salir de la tienda note que Sara estaba molesta e Izzie por igual pues cada vez que se molestaba por algo sus orejas se volvían rojas y así las tenía.
Cada semana nos dirigimos hasta la heladería favorita de toda la familia Rogers y tomamos una mesa pequeña cerca de una de las ventanas.
—Necesito ir al baño —me susurro Izzie antes de seguir de largo.
Sara fue la primera en tomar asiento mientras miraba el menú escuché;
—Perdón Papi.
—¿Por qué?
—Por no usar el vestido.
—Está bien amor, jamás te haría usar algo que tú no quieres.
—Mamá dijo que debía disculparme —responde con tristeza.
—Siempre que algo no te guste, o no estés de acuerdo puedes decirnos, pero hay maneras para hacerlo. Así no lastimaras a las personas con tus palabras. ¿Está bien?
