2004 : ZombehAttack / TomTord

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Unos brillantes rayos de luz se aparecían lentamente al paso de los minutos.
La luz del sol logró abrir de a poco y lentamente los ojos del castaño, quien al instante notó algo extraño.

Sentía ligero peso extra sobre su pecho.

Eran tan solo Ringo y Matt dormidos sobre él.

Espera...

"- Ringo...¿¿¿Y MATT??? -" Pensó.

Le tomó un par de segundos antes de que su cerebro dormido finalmente reaccionara.
Otro par de segundos le tomó recordar cómo acabaron así.

La noche anterior, pensaban esperar a Tom y Tord, pero nunca llegaron, decidieron recostarse sobre el suelo un momento, mirando el cielo estrellado; su inconsciente los traicionó y cayeron dormidos, pero según Edd, Matt no lo estaba abrazando cuando él se durmió.

A pesar de eso, se sentía cómodo y seguro.

Le dio algo de pena levantarse o moverse, no quería molestar a los otros, así que solo se mantuvo recostado en el suelo, observando el cielo azul durante un rato.

Distintos tonos azules y celestes pintaban el cielo, nubes blancas como la nieve, que se difuminan discretamente, cosa que lograba que el cielo tuviera una tonalidad más clara.

Observando todo esto, sonrió y pestañeó, pero su sonrisa desapareció al ver absolutamente TODO de un color más gris.

-¿Todo en orden? ¿Te sientes bien?- Preguntó Matt, tapando un poco la visión del castaño, mientras se talló un ojo con el puño de su mano.

-Si...Todo bien.- Contestó Edd, mientras recibía una dulce sonrisa y un abrazo por parte del otro. Vamos a suponer que eso lo hizo el día a el de vestimenta verde, ya que todo volvía a tener un color un poco más vivo. Claramente, correspondió el abrazo; se mantuvieron así unos minutos. 

-¿Ya te sientes mejor?- Preguntó sonriente el rubio.

-Si...Un poco...-

-¡Perfecto!-Se levantó el de chaqueta verde, mientras extendía su mano, para que el otro pueda levantarse.

Un par de minutos pasaron, y sus cerebros dormidos al fin reaccionaron.

-¿¡Y LOS CHICOS!?- Exclamaron los dos al mismo tiempo.

Se tomaron otro par de minutos mirando a los alrededores, buscando a sus amigos faltantes. No tuvieron suerte.

Edd se decidió por buscar en el bosque por el que desapareció Tom la noche pasada. Caminó recto durante un rato, hasta encontrar un poco de sangre en el suelo.

"-Oh no...-" Pensó.

Persiguió las gotas de sangre en el suelo, luego, esas gotas se formaron en charcos pequeños, quienes en poco tiempo se volvieron charcos cada vez más grandes, llegando incluso a tener forma de huellas.