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Las calles se encontraban vacías y llenas al mismo tiempo, habían zombies buscando gente viva y otros comiendo gente viva, los jóvenes miraban todo el caos desde su auto, no sabían exactamente a dónde ir, ni tampoco sabían que harían, Tord miraba todo por la ventana extrañado, sabía que echaría de menos la ciudad en la que creció.

La ciudad cada vez parecía más una ciudad apocalíptica, edificios destruidos y sin electricidad, zombies por todos lados, las calles vacías y sin sobrevivientes, se comenzaba a cuestionar si todo volvería a ser como antes.

—Dejé la comida que compré en casa para intentar salvarlos.—Dijo de repente Tom, mientras se daba una palmada en la frente, pero seguía con la vista en frente—Tendremos que pasar por algún lugar y conseguir provisiones...—

—¿Y que tienda debe estar abierta 24 horas incluso en un apocalipsis zombie?—Peguntó el de sudadera verde un tanto molesto y con tono sarcástico.

—No me preguntes a mí, tendrías que agradecer al menos por qué los salvé—Le contestó el sin ojos frustrado.

—Cierto, se me olvidó, gracias Tom—Dijo el castaño mientras miraba a su compañero, notó como este sonreía relajado, se sentía orgulloso de haber salvado a sus amigos, también le relajaba saber que ahora estarían a salvo.

— De nada —Respondió, todavía sonriendo.

— Pero enserio, ¿ Dónde conseguiremos comida ? — Habló Matt de repente — Es preocupante el hecho de que escapemos de los zombies sin siquiera provisiones—

—En parte está bien que no comamos nada, ya que no tendríamos sabor, y los zombies no se molestarían en tragarnos—Pensó el de cuernos en el cabello en voz alta.

— ¡ Pero no está bien que nos mantengamos con hambre hasta morir ! — Exclamó el pelinaranja — ¡ No se necesitan dos dedos de frente como para saber que es una idea estúpida !

— Bueno, yo solo decía... — Habló Tord en voz baja, mientras volvía su vista a la ventanilla.


Siguieron su camino en silencio de nuevo, Tom y Edd buscaban alguna tienda abierta, Matt y Tord miraban por la ventana la ciudad decayendo. Se encontraron con un centro comercial con todas sus luces prendidas, habían muchos zombies. El de cabello de piña y el Castaño suspiraron cansados, bajaron del auto y les hablaron a los chicos de los asientos de atrás.

—Escuchen, nosotros vamos a conseguir comida y botiquines, ustedes se quedan aquí, y en caso de que sean atacados griten tan fuerte como puedan, aunque dudo que los vengan a atacar, ya que no hay muchos zombies por esta zona—Les dijo Tom mientras miraba a sus costados, los que estaban en el auto asintieron y el ojinegro se fué con Edd.




Después de un momento en completo silencio, comenzaron a escucharse un par de disparos dentro del edificio, esto alarmó a Matt y Tord, haciendo que ambos miren a la ventanilla que daba directamente a la entrada de aquél centro comercial.

De este, salieron Tom y Edd en perfecto estado, con unas bolsas en sus manos y unas armas de fuego también, resultó que había una tienda de armas, qué conveniente.

Edd se dirigía a la puerta del copiloto, Tom caminaba a la puerta del piloto, con una mirada neutral y una mancha de sangre que goteaba de su rostro, se encontraba bien, pero habían un par de zombies allí adentro, así que no le quedó de otra que dispararles, provocando que se ensucie un poco con la sangre de estos, Tord miró su cara atentamente, la expresión de la cara de Tom y la sangre goteando lo hacía ver peligroso.

2004 : ZombehAttack / TomTordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora