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El noruego despertó, y lo primero que vio fue el rostro dormido del británico.
Se veía lindo.

Se podría quedar mirando ese bello rostro durante horas, si no fuera por que de repente sintió dolores en tres partes distintas de su cuerpo.

Sintió dolor en su herida...En...Sus piernas y...¿Su cadera?

Resultó que por dar varias vueltas por la noche mientras dormía terminó en una posición que lo dejó durmiendo chueco.

Nada que una medicina no ayude en los dolores musculares.

De a poco, fue sentándose en la cama y levantándose, comenzó a caminar hacia la cocina, para buscar un frasco con pastillas para el dolor.

Bajando las escaleras, se cruzó con un espejo de Matt, se miró durante 2 segundos sin dejar de caminar, cuando cruzó por completo el espejó, hizo un par de pasos atrás para volver a encontrarse con su reflejo.

— Å nei... — Dijo en voz baja mientras se tocaba la cara preocupado.

Casi la mitad de su cara se había tornado de color verde, eso era preocupante, cualquiera que lo viera así le preguntaría qué le pasó...

Una voz gruesa proveniente de una de las habitaciones lo sacó de esa "tranquilidad" en la que se encontraba.

— ¿Tord...? ¿Dónde te metiste...?

— DJEVLER — Volvió a susurrar, para echar a correr hacia un costado del sofá, donde Tom no pueda verlo, o más bien, nadie pueda verlo.

— Mierda, MIERDA, ¡ MIERDA ! ¿¡ Qué diablos voy a hacer ahora !? — Siguió susurrando con sus manos tapando su boca y cara, para que nadie más que él pueda escucharlo

— ¿ Tord ? ¿ Estás aquí ? — Siguió preguntando Tom mientras bajaba las escaleras.

Tord comenzó a temblar...

¿ Qué haría para salir de esa situación ? ¿ Qué haría para que nadie lo descubra ? ¿ Tendría que correr ? ¿ Hoy moriría ? ¿ En algún futuro, se comería a sus propios amigos ? Si el de cuencas lo descubría... ¿ Qué pasaría ? ¿ Estaba a salvo...?

Se encontraba de espaldas contra ese costado del sofá, rezando para que nadie lo encuentre.

Pero...Tom lo encontró, y tocó su hombro.

— ¿ Tord ? ¿ Todo en orden ?

Tord, bajo sus manos, abrió los ojos como platos, sintió un gran terror por el hecho de que ya lo habían encontrado.

¿ Qué haría ahora ?

En un movimiento rápido, de temor (que parecía por instinto) se siguió cubriendo el rostro, pero apartó a Tom de su camino y comenzó a correr hacia la puerta.

— ¡¿Tord?! — Gritó el de sudadera azul.

El de cuernos no miraba hacia atrás, chocó su cuerpo contra la puerta, hasta destruirla, y corrió hacia afuera, no le importó nada, solo quería escapar, y no volver a ver a sus amigos nunca más.

O al menos, ese era su plan.

Se encontraba cruzando la calle, la calle "abandonada" que había en frente de su casa, pero no notó cuando un auto justo pasaba por ahí.

El auto lo dejó inconsciente.

El carro, después de el choque, paró unos segundos, y siguió su camino pero a toda velocidad.

Tom justo cruzó la puerta, para presenciar lo sucedido.

— ¡¡¡ TORD !!! — Gritó el británico desesperado.

Corrió hacia el cuerpo "muerto" del noruego, se dejó caer al suelo ante el cuerpo y comenzó a llorar.


Lágrimas gruesas pasaron desde sus cuencas hasta caer por completo de su rostro. Joder, le prometió a Tord que lo cuidaría, y ahora estaba muerto ¿ Donde quedó su promesa ? ¿ Qué le pasaba a Tord ? ¿ Volverá a dormir tranquilo... Sabiendo que su noruego preferido... El noruego que tanto amaba... Ahora estaba muerto... Por su culpa ?

Tord murió... Sin saber los verdaderos sentimientos del británico.

Se sentía culpable y miserable sobre todos los aspectos posibles.

Lloraba y temblaba, mientras miraba horrorizado a Tord "muerto".

Le dio media vuelta a Tord, para encontrarse con el rostro de este. Estaba verde a la mitad.

— ¿ Que...? —

Siguió con la mirada el camino verde de la piel del noruego, viendo como pasaba por debajo de su ropa, quitó la camiseta blanca de este y quitó un poco las vendas que cubrían todo su pecho, hasta dar con la herida de este.

Seguía observando muy confundido... No entendía ¿ Tord estaba infectado... Y no se lo tragó durante la noche ? Tal vez tenía una cura... Oh Tord... ¿ Porqué reaccionaste sin confianza ante tus amigos de toda la vida ?

— ¿ Tom ? ¿ Q-qué diablos pasó ? — Preguntó Edd, frente a la puerta, sollozando.

— Trae la pala... — Contestó Tom, sin disimular sus lágrimas.



La noche cayó, la lluvia también.

Los tres chicos se encontraban en el patio de su propia casa, cavando una tumba para Tord.

Edd soltaba lágrimas por los ojos, Matt un poco también.

Tom tenía una mirada...Vacía...Por no decir de matera tan literal, tenía cara de muerto.

Se sentía demasiado... Deprimido, se sentía muy culpable por la muerte de su amigo... Se sentía mal por no haberlo protegido, luego de prometerle que lo haría, pero había una pregunta que no lo dejaba tranquilo... ¿ Quiénes eran esos imbéciles que estaban manejando el auto ?

"Ya no importa", se dijo en su mente, mientras se retiraba. No caminaba hacia adentro de la casa, caminaba... Nada más... Caminaba sin rumbo, sin una dirección, sin un fin, solo quería caminar, pensar, y relajarse por un rato... Quien sabe...

—Quizás valla por un poco de alcohol... — Se dijo a sí mismo con una "mirada" perdida.

Caminó. Y caminó. Hasta finalmente perderse en la ciudad.

Seguía llorando, pero no lo notaba por toda el agua que caía sobre él. Solo quería escapar, olvidarse de todo, dejar esa tristeza que había en su interior, el vacío que dejó Tord...

Todavía no podía creer lo que había pasado aquella mañana.

— No... El no puede estar muerto... Ugh ¿ Qué diablos digo ? Me costará... Pero supongo que algún día lo aceptaré.

Los zombies se acercaban para comerlo, pero ya daba suficiente cara de muerto como para que se consideraran de que quizás se trataba de otro zombie como ellos.

Direccionó su camino hacia el edificio donde habían estado ayer, pero primero, pasó por una tienda de música, sacó un parlante (?) de este. Sin arrepentimiento.

— No hay nadie en la tienda, nadie puede arrestarme ¿ Quién lo va a extrañar ?

Se llevó el parlante con él hacia su destino.

El apartamento.


1030 palabras.






2004 : ZombehAttack / TomTordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora