Al entrar en casa vi que no estaba sola, estaba ahí sentado, me pare enfrente de la puerta, mis labios se secaron... Qué hago?
Que hacia el aquí?
-E venido a hablar –Dijo levantándose –más bien a pedir perdón, perdí la cabeza en aquel momento
-No me cuentes historias Simon, cíñete a la orden de alejamiento –Dije lo más seria posible, quería a avisar a Jellal pero... como lo hago?
-Erza escúchame –Se acerco y me aleje –No me tengas miedo joder.... –Se estaba poniendo nervioso y yo me quedaba en blanco, tenía miedo, este hombre me intento matar... y si lo volvía a intentar....
-Mira Erza, no te hare daño, vale? soy el viejo Simon tu amigo –Sus gestos, su cara eran distintos, eran rápidos y descompensados, como si los hiciera por inercia... mientras su cara mostraba una sonrisa fuerte y extraña, mostrando sus dientes... Pero lo que más me inquietaba eran esos ojos penetrantes, más oscuros de lo que eran... mirándome fijamente sin perder detalle.
-S-Simon, mejor vete antes de que vuelva Jellal, le diré que no has estado aquí.... Simon por favor... -Empecé a temblar, el me cogió del brazo, me atrajo a él y me abrazo.
-Vamos Erza, no seas idiota como siempre, no me importa que seas la puta de Jellal...
-Simon! –Me aparte enseguida –Como te atreves a... -Me tapo la boca con su mano
-Como te vuelvas a separar así, te tendré que hacer daño y no me apetece, ahora dime como se porta Jellal contigo... te da lo que necesitas por las noches?
-Basta Simon... te estás pasando...
-QUE ME ESTOY PASANDO DICES? –Se rio muy fuerte y era sarcástica
-Si lo haces, Jellal es el único hombre que me a tratado bien....
-Cuanto te paga.... –Me interrumpió -Cuanto dinero recibes para estar con el.... 1000? mas?
-Nada... Jellal y yo nos queremos, lo nuestro es amor verdadero como el de los cuentos –Tenia bastante miedo así que me costaba buscar una respuesta.. Solo podía estar atenta a que Simon no me hiciera nada...
-Ya veo, amor.... Lo mío si que era amor, pero vino él y te fuiste y traiciono a los míos, los encerró y todo, y por su culpa yo tengo que hacer esto.... –Me cogió de nuevo, esta vez intente resistirme pero era demasiado fuerte para mí... Pero pensé el me quería no?
-Simon tu me querías? Porque nunca me lo dijiste? –Se paró en seco y me miro
-No losé... pero yo no solo te quería te idolatraba, te admiraba y te amaba, tanto que –Me acerco la mano a su torso- tanto que verte con otro me destrozaba y deseaba que muriera...
-Simon –No estoy segura de esto pero no quiero que me pase nada... -Yo también sentía lo mismo –Sus ojos se abrieron
-Mentirosa... –Sonrió
-Es verdad, pero nunca me decías nada, nunca te declaraste –Me acerque –Pensé lo contrario a todo esto.
-Tu...
-Si Simon.... te.... amo –Me costó decirlo –Mas que a nadie
-De verdad?
-Sí, pero no podía para de pensar que tu no sentías nada y que solo querías hacer que Jellal sufriera, pero no porque estaba conmigo... sino por alguna cosa del pasado o algo... y yo que se...
-Como se que no me mientes....
-Si te mintiera haría esto –Le bese
-Erza....
-Simon, perdóname...
-Hazlo de nuevo –Y así hice le bese de nuevo y el paso su manos por mi cintura atrayéndome más a él. Jellal donde estas?
-Erza.. Entonces qué haces con Jellal –su cara cambio
-Por qué se parece a ti.... vamos siéntate te traeré algo de comer, te ves hambriento, voy por algo.
-NO! siéntate tu.
-Pero... bueno vale.
Me senté y el se sentó a mi lado
-Ves a por comida no?
-Vente conmigo. Lejos de aquí.
-No puedo... debo estar aquí...
-Es una orden. Recoge y vente. Es lo que se hace en el amor no? te irás con la persona que de verdad amas.. –Me sonrió
-De acuerdo, voy a recoger, tu dé mientras ves y coge comida, no tardo en recoger –Le abrace –Gracias.
-Vale, date prisa.
No dude entre en la habitación y le di un mensaje a Jellal.
-Simon está aquí socorro, ven de prisa
****
Mire las fotos, eran de Erza y mías, todas eran en el salón.
No había estado espiando... Pero algo me saco de mi mente y era un mensaje
****
Vamos Jellal, ven.
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NO OS ENGAÑEN LAS ROSAS
RomanceLos personaje que salen a continuación son de Fairy tail y le pertenecen a su propio autor, Hiro Mashima. Estoy tan harto de este mundo que no puedo para de pensar en que estoy haciendo en el, pero mi pensamiento cambio cuando me encontré a esa chic...