Una "cita"

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-Por supuesto, lista Erza?

-Si claro, o me puedo negar?

-Vamos te lo pasaras bien. Mira si no te lo pasas bien no vuelvo a dirigirte la palabra ni a acercarme, venga no te arrepentirás-Dije mirándola

-Me parece bien, y bueno tienes pensado algo?

Entonces fue cuando me fije, ella iba muy guapa llevaba un vestido rojo corto y llevaba medias negras y una chaqueta del mismo color, parecía atrevido pero elegante, me encantaba como ese vestido resaltaba sus curvas, es perfecta, y bueno ya que va así…

-Bueno ya que vas muy elegante y preciosa, que tal si te invito a cenar?

-A cenar, bueno vale… y gracias tú también vas guapo… –Dijo y juraría que se puso un poco roja

Y si…. bueno… si una camisa y unos vaqueros son elegantes….

-De nada, y bueno veamos si encuentro uno a tu altura… Vamos-Dije dándole una señal para que fuera a mi lado, aunque siento un poco de vergüenza de tenerla tan cerca, espero no decir nada que me haga parecer idiota

Después de unos minutos

-Bueno este valdrá -Dije entrando en el restaurante era un poco moderno y elegante, aunque nada del otro mundo y además lo más importante era barato, y la comida parecía buena

-Bien, ya tenía hambre.

Nos sentamos en una mesa y la verdad es que la situación era un poco incomoda, yo no sabía de qué hablar y ella estaba tensa como con ganas de que se acabase… y eso tenía que cambiar

-Bueno vamos eligiendo y esperemos al camarero-Dije y no tardo mucho en venir

-Los Señores que van a tomar?

Pedimos la comida y cuando acabo de elegir ella después de mí el camarero le dijo:

-Buena elección señorita, ahora mismo le traigo su pedido- Dijo el camarero y se fue.

-Ey y eso? –Ella se sorprendió –Es que acaso lo mío no ha sido una buena elección? – dije disgustado y ella se rio flojito y se relajo

-Buena elección –Dijo sonriendo

-Si lo dices tú entonces, seguro que es buena elección- dije y se volvió a reír y puso los ojos en blanco y luego me miro

Y gracias a eso nos pudimos relajar por así decirlo y mantener una buena y larga conversación sobre nuestra vida, si estábamos solteros, que quería hacer ella después de acabar los estudios… información sobre nuestros gustos, que en muchos coincidíamos pero en otros parecíamos totalmente opuestos, fue nuestra gran conversación y por fin nos pudimos conocer bien y todo me gustaba de ella incluso los defectos que dijo que tenía, pero lo que más me gusto es como se reía con mis tonterías y sobretodo aquella sonrisa que no pudo sacar y que me enganchaba a mí, eso me volvía loco, loco por querer pegar sus labios sonrientes con los míos… Ey frena! te embalas esta es como tu primera “cita” con ella calma, ya habrá tiempo, porque yo no veo que se lo esté pasando mal, más bien lo contrario.

Y con la tontería nuestra conversación se alargo tanto que incluso casi nos cierran el restaurante con nosotros dentro, digamos que fueron las horas más entretenidas de toda mi vida, pero por desgracia me tenía que despedir…

-Bueno gracias por acompañarme a casa.

-No te iba a dejar que fueras sola, ya es demasiado tarde.

-Tonto, se defenderme sola-Dijo amablemente y subiendo unos escalones que tenia para llegar a la puerta principal.

-Si bueno, pero yo me sentiría mal y bueno… será mejor que te deje de molestar, adiós.-Dije girándome, me parecía un poco seco pero tampoco sabía que decir.

-Espera! –Me gire – Acaso no me tienes que preguntar nada?

Sonreí pícaramente y me gire.

 -Quieres que me quede a dormir contigo?

-Eso no. –Dijo suspirando, pero volvería a jurar que se sonrojo un poquito.

-Dices lo de antes, bueno ya daba por hecho que no te arrepentías de cenar conmigo.

-Vaya y eso?

-Por como sonreías.

-Qué?

-Si esa misma sonrisa.

-Te equivocas.

Me acerque a ella subiendo los escalones.

-Entonces quieres que te deje en paz y que jamás te vuelva a hablar?

-Bueno…

-O quieres que dentro de unos días vuelva a pillarte por sorpresa para quitarte tu preciado tiempo y que lo malgastes conmigo?

-Yo..

-Vamos dime, tengo todo el tiempo del mundo. – dije sonriendo picaramente

Entonces ella sonrió y se acerco, tanto que podía notar ese perfume glorioso, creo que jamás lo olvidare….

-No me arrepiento, pero tampoco te fíes aprendiz, que no te engañen las rosas – dijo sonriendo pícaramente.

Y con eso entro en su casa cerrándome la puerta en las narices antes de que pudiera contestar con algo y me la vi subir las escaleras cosa que otra vez inconscientemente me mordiera el labio inferior, me volvía loco, deseaba estar con ella y poder oler otra vez su perfume, es tan provocador, creo que tendré que hacerle una visita algun día ya que no sea despedido tendré que robarle su tiempo de nuevo, yo de mientras me voy a mi casita que tantas emociones en un día pasaran factura….

***

Pasaron tres días desde la “cita” con Erza y deseaba tener un hueco libre en mi trabajo para verla y molestarla, me pregunto cómo se pondría si fuera a buscarla a su universidad, seguro que se sorprendería y me echaría a patadas…

No puedo evitar reírme seria un momento para recordar.

Pero lo primero es que las pruebas para ascender de aprendiz a policía oficial estaban cerca y si lo piensas bien ella me llama aprendiz, si me hago policía, como me llamaría?

Por mi nombre? pitufo? no… Bueno no me queda otra, cuando la tenga puedo ir a ver como me llama…

***

Y pasaron unos cuantos días más y conseguí mi puesto oficial como policía pero me ocupaba más trabajo y más tiempo, y sobretodo he visto a la peor calaña y me he metido en demasiados tiroteos y no puedo dejar que esto siga así, tengo que atraparlos aunque me juegue mi salud pero lo peor de todo es que… cada vez la posibilidad de ver a Erza es mas nula… y no quiero que sea así… necesito verla… 

NO OS ENGAÑEN LAS ROSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora