Florecen sus petalos

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Terminamos de comer y ya estábamos de vuelta a los mimos pero esta vez  en el sofá, hasta que Jellal recibió una llamada.

-Jefe, no puede ser en otro momento?

-Sí… Ahora me pongo a ello, en cuanto lo haga, lo envío.

-Jellal?

-El capullo del jefe que quiere que haga yo el informe –Bufo

-Vamos rebelde te espero a que acabe, así de mientras…. –Me interrumpió

-Te preparas un baile sexy para mí- Dijo en tono seductor y su sonrisa picarona y de lado

-Ya te gustaría, de mientras hare los deberes que no me dejaste hacer ayer y hoy si sigues así tampoco me dejaras..

-Pero si te encanta que este así contigo –se acurruco mas encima mío -Mira mientras tú haces tus malditos deberes, yo me pongo hacer el maldito informe y luego quiero mi baile sexy, que vas muy mona con mi camisa y tu ropita interior

-Te estás volviendo todo un pervertido…. –Dije frenándole y evitando que se pusiera más cómodo  - y es tu culpa que yo no tenga otra cosa que ponerme, no usas pijama y duermes en calzoncillos,  -Cosa que no me disgustaba  - así que no tengo otra cosa que ponerme y no me mires así, mala influencia, y ponte a currar que…

-Me interrumpió besándome –Como no voy a ser un pervertido con tu presencia seductora y atroz a mi lado ee – se incorporo –Me voy a trabajar, pórtate bien, cualquier cosa estoy en mi despacho. –dijo yéndose y dejándome con la palabra en la boca y su sutil sonrisa irónica.

-Sigues siendo un pervertido y una mala influencia, no podrás limpiar esa imagen por mucho que digas eso –Dije riendo y él se asomo.

-Te quiero –Me pillo desprevenida, pero supe reaccionar como una campeona.

-Pues yo te odio  -El sonrió

-Yo te quiero más tonta

-Estas muy ñoño hoy ee, vete a trabajar anda y déjame hacer mis cosas –Y se fue a trabajar en su informe en calzoncillos, como todo un hombre que le gusta su trabajo…

Pasaron unos 20 minutos y yo ya acabe los deberes y me disponía a enviar un mensaje a Mirajane

-Nena que no he podido ir Jellal se puso malo y tiene mucha fiebre

-Ya claro y yo me chupo el dedo.

-Mirajane es verdad

-Espero que usaras protección por que toda la noche y parte de la mañana bff nose que decirte.

-Mirajane!! Basta! No es así! –Me puse rojísima

-Si si claro claro, ya me contaras que has hecho ee te pidió que fueras su enfermera entonces, te compraste el disfraz?

-No hizo falta, Con sopa caliente de pollo es suficiente

-Caliente ee

-Laxus no te ha dado lo tuyo, verdad?

-Erza! Basta! No es así!

-Llegare sobre la tarde espero que estés en casa  

-Claro sin prisas, y quiero que me lo cuentes todo (por cierto Laxus es mejor seguro)

-Ya te cuento (Nah.. No estoy tan segura de eso)

-Usa protección, te acabas de delatar

-No hablábamos de cocina? no me líes!

-Eres toda un pervertida ee la lujuria Erza Scarlet vuelve de nuevo!

-Nos vemos

-Te quiero. Hasta la tarde Lujuria Scarlet.

Y con eso fue suficiente por hoy. Me dirigí a las oficinas centrales de Jellal cuando me encontré que ya lo estaba enviando, yo estaba detrás de él, estoy segura de que no podía verme.

Estaba muy aplicado en su ordenador y se veía realmente bien, pude ver esa gran espalda musculada y ese pelo revuelto azul que brillaba ante mis ojos, su cara de satisfacción de haber acabado era muy adorable, y se veía perfectamente ese tatuaje… cosa que a él no le gustaba por la historia de traición de su padre que llevaba escrito pero a mí en cambio me encantaba le daba ese toque seductor, misterioso y de tipo duro y malote y no pude evitarlo mis sentimiento por el me sobrepasaban notaba esas mariposas en el estomago, esos nervios de el primer día pero no perdía la batalla de ya que le deje ganar, me fui directa a donde estaba el y le abrace por detrás.

-Ey pequeña, has acabado?

-Si… -Dije tímida.

-Que pasa Erza? –Se extraño cuando hundí mi cabeza en su cuello, la verdad es que me daba vergüenza y note como me estaba poniendo nerviosa y tímida y dejando ver ese sonrojo en mi cara

-Jellal… dame mimos…

Entonces él me cogió y me hizo sentarme encima de él.

-Ven aquí.

Y empezamos a mimarnos hasta que el me levanto llevándome como una novia hasta el sofá y allí empezamos a acariciarnos y a decirnos cuanto no llegamos a querer y todas esas cosas ñoñas de los novios que suelen hacer.

***

Pasaron unas semanas de aquella pequeña aventura que tuvimos Erza y yo cada vez estábamos mejor, cierto que algunas veces discutíamos por mi celos o por sus preocupaciones hacia los problemas que podía llegar a tener si seguía trabajando, pero todo se resolvía cuando nos mirábamos fijamente o con una simple caricia y un “te quiero” Las reconciliaciones eran lo mejor pero cierto que ambos no queríamos discutir, pero es lo normal aunque eso nos unía mas.

Pero todo en un día cambio a peor, me entere a que iban a por mí y los más preciado por fuentes extremadamente seguras y eso no me gustaba nada necesita tener a Erza a salvo y acabar con esos cabrones antes de que vengan, pero como…

NO OS ENGAÑEN LAS ROSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora