POV Merlina
Cuando dije que quería crear nuevos recuerdos con Enid, no pensé que eso involucraría a un montón de personas. Es más, no lo pensé hasta que ella me lo mencionó esta mañana.
Ella dio por sentado que yo iría con todos al lago a preparar barbacoa y nadar, o al menos eso pensé hasta que dijo— Lo decidimos hace días, Merlina, estabas allí —su tono de voz parecía a un reclamo, uno muy lindo por lo demás, porque no deja de sonreír. Aun así no me apetece salir todo un sábado al lago bajo un sol abrasador, o al menos yo así lo considero.
— ¿Y bien? —me pregunto Enid, mientras salía del baño un suéter rosa y un pantalón azul de mezclilla. Era una ropa más cómoda de lo usual para la ocasión.
— Es mejor que yo me quede, así avanzó en mi novela.
— Pero yo quiero ir contigo.
— Cara mía, sabes que no me gusta el sol más de lo necesario.
— Amore si no vas, yo tampoco —y dicho eso, se sentó en su escritorio para prender su computadora.
Un suspiro salió de mis labios y sonreí de lado mientras movía mi cabeza. Enid es muy obstinada cuando quiere algo.
Me acerqué a ella y me incline a su oído para susurrarle— ¿por qué quieres que vaya?
— Haremos nuevos recuerdos, y quien sabe, nuestra próxima cita puede ser en el lago. —Estaba sorprendida por su propuesta, pero logro llamar mi atención.
— En la orilla del lago... cualquiera podría interrumpirnos.
Para mi sorpresa, sonrió y sacudió su cabeza de manera negativa— Sí, pero no en un bote. —dijo con voz cantarina antes de echar atrás su cabeza y besarme. Sentí el aroma de su cabello y suavidad de su boca.
— Aún no estoy del todo convencida, si me das otro tal vez lo considere —no dije que iría solo quería un beso.
— ¿De verdad? —En ese momento supe que debería haberme callado, Enid saltó de la silla llena de vigor y me miró con los ojos brillantes de alegría. Se acercó a mi radiante, dando pequeños saltos felices mientras se abrazaba a mi cintura y me besaba.
Tal vez no sería tan malo.
... No. Me equivoqué nuevamente. El olor entremezclado a carne asada, la música vibrante y las voces de nuestro grupo de amigos se elevaban. No parecía que había al menos diez o doce personas, sino mucho más.
— Oh, ya llegaron. —la voz de Tanaka llego a mis oídos. Se acercó con un par de refrescos y nos lo entregó— al final si viniste. Creí que no lo harías.
— Y no lo iba a hacer hasta hace poco.
—La convencí —intervino Enid con una sonrisa divertida.
Una voz llamó nuestra atención, Divina estaba en la orilla del lago esperando a Yoko e Enid con algo de impaciencia. Ambas se fueron después de que mi novia me diera un corto beso.
— Creí que no vendrías. No parecías interesada. —la voz de Bianca atrajo mi atención. Se puso a mi lado un segundo después mientras comía un poco de maní.
— No eres la primera que lo piensa, Enid quiso que viniera.
— Pude imaginármelo, sabía que si tú no querías venir, Enid se quedaría contigo en la habitación y ella se quedaría algo triste. Y eso tú no lo soportarías, ¿me equivoco?
— No —mi respuesta fue a regañadientes. Aparté la mirada de la orilla del lago, hacia la entrada del otro extremo, a través de los árboles. Quería entrar allí y desaparecer un rato. Estaba tentada a irme, pero no sería una buena excusa decir que me perdí, conozco muy bien ese bosque.
— Vamos, nadie aquí buscará algún punto débil para hacerle daño a Enid o incluso a ti, ninguno es un suicida, somos amigos.
— No me gusta sentirme como un libro abierto
— ¿Tú? —me pregunto alzando una ceja con incredulidad— ¿Un libro abierto?, no seas tonta —continuó con una pequeña risa— Enid es la única que puede hacerte cambiar de opinión, y tal vez, solo Yoko, Xavier y yo, sabemos un poco como piensas. El resto solo sigue la corriente y evita molestarte. Somos tus amigos.
— Eso suena que me estoy volviendo vul... oh —ese "oh" se alargó más de lo que me gustaría admitir.
— Que elocuente Merlina —dejaré pasar por esta vez esa risa burlesca porque tiene razón, aunque jamás se lo diré.
Me había volteado para volver a ver Enid que estaba en el lago con Yoko y Divina, pero no me había percatado del porqué se había ido con ellas con tal facilidad y con tanta energía. Pero ahora lo sabía. Debajo de la ropa llevaba un bikini, no demasiado pequeño, sino de la talla justa, que le sentaba de maravilla. La parte de arriba del bañador era de color negro con detalles plateados. El pantalón corto que tenía encima, era azul con destellos brillantes alrededor de los bolsillos. El conjunto le hacía lucir muy bien y encajaba perfectamente con ella.
— Ten un pañuelo —juro que si se sigue burlando le cortaré la lengua mientras duerme.
Solo le lance una mirada enfadada que solo logró que se siguiera riendo.
— Intenta disimular un poco, estás colocando un rostro bastante desagradable.
— Solo cállate.
En el momento en que la hice callar me hizo una señal hacia delante, Enid venía hacia nosotras algo mojada por estar jugando en la orilla del lago— ¿Te diviertes cariño? —me pregunto mientras me tomaba ambas manos.
— Eso es decir mucho —le dije con sinceridad antes de acercarme un poco más y susurrarle —me sorprendiste mucho con tu traje de baño, te queda muy bien, demasiado bien.
—Entonces, funcionó mi plan para sorprenderte, eso me alegra. —reconoció con una sonrisa antes de besarme.
En cuanto nos separamos, la voz de Xavier se escuchó por lo alto— la carne está casi lista. Vengan a comer.
— ¿Vamos?
— Quería disfrutar un poco más estando nosotras solas —me dijo con un mohín de disgusto— Pero sí, vamos tengo un poco de hambre.
Poco después me enteré, mientras comíamos y charlábamos, que esta no era la primera vez que venían a compartir al lago, pero si era la primera vez que algunos nadaban y jugaban dentro del agua.
La idea principal de Enid, era sorprenderme durante este paseo y tal parece que lo logró. También uno de sus objetivos era que hiciéramos nuevos recuerdos con los demás. En algún momento, dijo— Puede que no nos veamos por mucho tiempo con los chicos, y cuando nos reunamos pueden ser temas de charla de recuerdos de adolescencia.
No entendía hasta qué punto Enid estaba nostálgica, pero sabía muy bien una cosa, de ellos no nos íbamos a librar tan fácilmente.
Luego de la comida, algunos decidieron jugar con una pelota en la orilla del lago, otros decidimos quedarnos al margen mientras charlábamos de cosas poco interesantes, yo escuchaba más que hablaba, pero de vez en cuando, aportaba algo a la conversación.
La tarde se hizo más corta de lo que imagine, y la noche ya se estaba haciendo presente. Con la puesta de sol, decidimos comenzar a ordenar y guardar todo para irnos antes de que la noche entrara por completo.
Mientras caminaba de la mano con Enid, a través del bosque, se veía más feliz que antes, y no sabía como eso era siquiera posible, pero debo de reconocerle algo sobre este día— Cara mía.
— ¿Sí?
— Debo reconocer algo, no está mal hacer este tipo de cosas cada tanto —mi voz solo salió como un susurro, no quería que nadie más escuchara nuestra conversación.
Ella se acercó a mí y rodeó mi brazo con los suyos. Sus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa cálida mientras me aseguraba— ¿Verdad que si?
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Dulce & Amargo
FanfictionTras el fin de los ataques a Nunca Más, los días volvieron a su normalidad, un nuevo curso dio comienzo y la amistad entre Enid y Merlina se fue estrechando más, al punto de que la joven Addams comenzará a sentir cosas por su compañera de habitación...