6: ¿Esto son celos?

938 78 1
                                    


Habían pasado varios días desde que Enid se había percatado de algo, y no le gustaba en absoluto los sentimientos que le provocaba al ver la situación. Intento decirle a Merlina sobre ello, pero por más que lo intento, la mirada extrañada de la joven Addams la dejaba sin palabras. Y por más que Merlina lo intento, no sabía qué pasaba por la mente de Enid en los últimos días. 

Aquella tarde, tras las clases, Enid estaba sentada junto a Yoko y Divina en el patio de la escuela a la espera de Merlina y Bianca. Ambas estaban en una reunión con los integrantes del equipo de esgrima de la escuela, porque pronto estarían formando parte de una competencia a nivel estatal. 

El único sonido que se llenaba en el aire eran voces y sonidos de zapatos en el suelo de jóvenes que iban por los pasillos, risas y el constante golpeteo de unos dedos sobre una mesa, a pocos metros del equipo de esgrima.  

— Enid, ¿estás imitando a Merlina? —la voz de Yoko se interpuso con una mezcla de diversión y molestia al ver el rostro tan serio de Enid. 

Tan pronto escucho la voz de la vampira, Enid salió de sus pensamientos con un fuerte respingo, estaba tan absorta en sus pensamientos que no se había percatado en lo absoluto de lo que estaba haciendo. 

— ¿Qué decías? —la suave voz de Enid parecia estar envuelta en una capa de vergüenza. En los últimos días, había intentado ocultar sus sentimientos sin éxito, y solían aparecer sin aviso cuando Merlina estaba ocupada con el equipo de esgrima. 

— Tienes rostro de pocos amigos, Enid, ¿qué sucede? —Divina había intervenido esta vez, intentando lo más posible que Yoko no volviese a hablar, sabía que si lo hacía avergonzaría aún más a Enid. 

— No, no es nada, estaba pensando en algo —incluso ella se percató de que sus palabras no habían sido lo suficientemente convincentes. 

— ¿De veras? —Yoko no pudo evitar hablar, esta vez en un tono más serio— Enid, si seguías golpeando la mesa con tus garras le harías un agujero. 

— Pues... —luego de una pequeña pausa, suspiro, no podía seguir ocultándolo y menos a sus amigas— ¿Ves a Merlina? —dijo apuntando levemente hacia la pelinegra. 

— Sí —dijeron ambas al unísono. Pero no encontraban nada raro alrededor de Merlina, portaba como siempre su rostro frío y serio, sus brazos entrecruzados y mirando el documento que Bianca señalaba mientras explicaba alguna estrategia. 

— ¿Qué sucede con ella? 

— Hay una chica que está muy pegada a ella. No me gusta —lo último fue solo un susurro, aun así se logró escuchar a la perfección. 

— ¿Qué... estás celosa? —la voz de Yoko se transformó automáticamente en un tono burlesco, le parecia gracioso que Enid estuviese celosa. 

— No te burles, incluso la mira en ocasiones

— Enid, están todos muy juntos porque Bianca está hablando sobre algo, y quizás no esté mirando a Merlina, sino a Bianca. 

— Opino lo mismo que Divina, pero me sorprendes, Enid, creí que Merlina sería la celosa y posesiva, no tú. 

— Sí, bueno, genes de lobo tal vez... ¡Mira!, ahí está de nuevo, la está mirando —a punto nuevamente hacia la mesa donde estaba Merlina. 

Y efectivamente, esa chica miraba a Merlina, pero era más que nada porque la pelinegra había tomado la palabra. 

— Escucha si estás tan preocupada, pues ve por tu chica, no creo que Merlina se moleste si la sacas de allí. 

— Enid, espera... piénsalo mejor —pero la rubia ya se había levantado y se había alejado tras el incentivo de la vampira— ¡Yoko! —pese al regaño de la sirena, Yoko solo se reía entre dientes. 

— Espera, un segundo —dijo entre risas. 

El sonido del teléfono de Bianca sonó brevemente, le había llegado un mensaje, luego otro y otro, pensó que sería algo serio, por la cantidad de mensajes en tan poco tiempo. Se disculpó con sus compañeros para atender su teléfono y leer los mensajes— ¿Yoko?, ¿por qué no se acerca?, veamos: "Bianca, Enid va para alla, está celosa de la chica que está a la izquierda de Merlina, si intenta algo evita que la ataque, porque es más que seguro que Merlina no lo hará". —Bianca tuvo que leer el mensaje más de una vez para entender lo que sucedía, pero para cuando lo hizo, Enid ya se encontraba detrás de Merlina. 

Lo siguiente que sucedió fue algo totalmente inesperado para Addams, unos brazos la envolvieron por alrededor de la cintura, se alertó e intento voltearse hasta que escuchó un suave susurro en su oído, de una voz que reconocería donde sea— ¿Te queda mucho? 

— Aún queda un poco, ¿sucede algo, cara mía? —le respondió de la misma manera y volteando un poco la cabeza hacia atrás, sintiendo el aliento de Enid sobre su mejilla. 

— Solo quería dar un paseo antes de regresar al dormitorio —Enid no había soltado en ningún momento a Merlina, de hecho la había abrazado y no parecia tener intenciones de soltarla. 

— Suena perfecto —le respondió con una media sonrisa. 

No entiendo como Merlina no se percata la mirada asesina de Enid hacia una compañera, bueno, conociéndola le encantaría —Un suspiro pesado salió de sus labios en cuanto ese pensamiento cruzo por su mente, pero eso solo logró sacar a la pareja de su mundo; ambas se giraron hacia Bianca que las miraba con seriedad— Mejor vete, luego te daré los últimos detalles. 

— ¡Genial, vamos mon amour! —solo le basto a Enid escuchar esas palabras para sacar casi arrastrando a Merlina del círculo de estudiantes. Comenzó a andar abrazada del brazo izquierdo de la joven Addams que le preguntaba una vez más si le sucedía algo. No parecia preocupada, solo interesada y encantada por el repentino cambio de personalidad intensa de su novia. Pero no obtuvo respuesta, solo basto un beso lo suficientemente largo para que la pregunta de Merlina quedará en el aire. 

Dulce & AmargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora