La máscara del esqueleto.

Capitulo 18

Dieciocho rehenes.

Eran las seis de la tarde, y ya nuestro plan estaba en marcha. Habíamos decidido dividirnos en parejas para que así fuera más sencillo.

Melody iría con Samuel, Aria iría con Tyler, Logan iría con Lyam, Elías iría con Set, y yo iría con Júpiter. Aunque parezca mentira llevándolo a él conmigo me sentía mucho más segura.

Por ahora, solo debíamos secuestrar a los guardias que me estaban buscando y luego encerrarlos en las ruinas del castillo, para así poder asistir tranquilos al baile y evitar que nos mataran.

Parecía un plan complicado, pero con magia sería mucho más sencillo. El problema era que yo aún no podía utilizar mi magia del todo, y realmente estábamos bastante cansados. Así que, tuve que darme a la tarea de visitar a las hadas para poder pedir su ayuda. ¿Que podría salir mal? Eso pensé antes de terminar encerrada en una trampa.

Digamos que se me olvidó que mi apariencia es básicamente la misma que la de un humano, así que debo demostrar que no lo soy si quiero que ellas aparezcan y me liberen.

Sin duda alguna, cuando los planes se quieren complicar, ni porque hagas hasta lo imposible lograrás cambiar el resultado.

—¡Soy Stella! ¡Soy hija de Sol y Luna, hermana de Samuel!— Grité con fuerzas.— He venido a solicitar su ayuda.

Sin duda alguna, yo tenía un cerebro defectuoso. Pude haber gritado cualquier cosa, pero yo me expuse sin saber si la trampa en la que había caído le pertenecía a los humanos.

—Idiota.— me reñí por lo bajo.

Guardé silencio, esperando que alguien apareciera y me ayudara, pero en el fondo sabía que esto no ocurriría. Lo peor es que debía enviarle la ayuda a mis amigos, porque si no lo conseguía todos estaríamos en graves problemas.

—¡Ayuda!— Seguí gritando.— ¡Se que están aquí! ¡Se que pueden oírme!

—También deberías saber que no queremos ayudarte.— dijo una voz a mis espaldas.— Hemos estado a salvo durante mucho tiempo, como para arriesgarnos ahora.

—Vaya, eres demasiado amable.— Ironicé.— Realmente no estaría aquí si no necesitara su ayuda.— seguí diciendo.— Se que tienen miedo de morir, porque yo también estoy aterrada. Pero quiero que esto cambie, ¿no quieren ustedes lo mismo?

—¿Que termine que?— Me pregunta.— ¿Te refieres a las muertes de todo aquello que no sea humano? ¿O quizá estás hablando de las guerras entre especies?

—Me refiero a ambas, me refiero a que estoy cansada de seguir viviendo en un mundo en el que tenga que morir alguien solo por ser diferente. No merecemos esto.

—Y... ¿como en que necesitarías tu nuestra ayuda?

—Hoy es el día de mi despertar, y los humanos me están buscando para matarme, y así impedir que eso suceda. No puedo permitir que eviten mi despertar ya que de eso depende cada bruja que habita en el mundo.

—¿Y como por que eres tan importante?

—Soy la última heredera.— Susurre con temor.— Y hoy me enteré de que soy hija de Luna y Sol.

—¡Vaya! ¡Entonces tenemos a una princesa suplicándonos por ayuda!— la voz a mis espaldas soltó un silbido.— ¡Liberen a la chica!