Eres mucho más que el
amor de mi vida.Es increíble como nunca nos preparamos para todo lo malo que nos suele ocurrir, pero tampoco notamos todas las cosas buenas que nos suceden. Yo me cansé de no ver las oportunidades que me ocurren, me harté de no aprovechar casa oportunidad que se me presenta, pero sobre todo; batallaré por construir mis propias aventuras, mi camino, mi felicidad.
Eso iba pensando mientras mi cuerpo temblaba sin parar. No, no estaba asustada. En realidad si lo estaba, pero no en un mal sentido.
Me golpeé internamente por todo aquel divague que había tenido y seguí avanzando. Pero como mi nombre es Stella y sigo siendo torpe, era obvio que tropezaría con mis pies y caería al suelo ensuciando mi hermoso vestido blanco. Si, estoy usando un vestido enorme y blanco porque estoy avanzando rumbo a...
—¡Stella!— gritaron mi nombre de pronto.— ¿Podrías prestarme atención? O por lo menos finge que lo haces...
No pude evitar soltar una carcajada ante las palabras de Sol quien iba justo a mi lado sujetando mi brazo.
—Lo siento, es que estoy muy nerviosa.
Él me dedicó una sonrisa tranquila, una sonrisa que me transmitía paz.
—No te preocupes, todo saldrá bien. — No pude evitar esbozar una sonrisa de nervios, pero sabía que todo estaría bien.
Avancé con muchísima más confianza hasta que logré divisar a la multitud de personas reunidas alrededor del viejo pino. Sol me sujetó con muchísima más fuerza y comenzó a acelerar el paso aunque ahora él parecía ser el nervioso.
—Tal parece que intercambiamos los papeles.— Le susurré con diversión.
—Tú ve tranquila que yo estoy nervioso.— Me dijo entre risas.— ¿Y si nos vamos?— Me preguntó por lo bajo.
—Papá no voy a huir de la boda que yo misma organicé.
—Es que no quiero que mi pequeña sea grande.
—Tú me conociste siendo grande.— Al instante de haber dicho aquello me arrepentí, y mucho más al mirar el triste semblante que se formó en el rostro de Sol.
—Tristemente. Pero créeme que si hubiese sido por mi, habrías sido una princesa consentida.— Apretó mis mejillas y luego volvió a su anterior sonrisa.— Ahora le toca al niñato este cuidar de ti.
Sonreí sabiendo que no estaría más segura que con Elías. Así que simplemente miré fijamente a quien es, y siempre será mucho más que el amor de mi vida y avancé con seguridad hasta sujetar sus manos.
—Eres mucho más que el amor de mi vida.— me susurró a escasos centímetros de mis labios en cuanto Sol dijo que podía besar a la novia.— Siempre lo serás.— Luego de aquellas palabras ambos nos besamos e instantáneamente el lugar se llenó de aplausos escandalosos de todas las personas presentes.
—¡Que viva el amor!— Gritó el pequeño Arlen quien se había comprometido a cuidar de Júpiter mientras yo no estaba. Si, saldría de Bronsfer por primera vez en toda mi vida, y lo más emocionante era que lo haría con Elías.
Tomé su mano y avancé con seguridad al centro del lugar, Justo en donde habíamos dejado un espacio como pista de baile.
—Creo que nos debemos un baile.— Le susurro a mi esposo.
Él sonríe y me pega a su cuerpo colocando una de sus manos en mi cadera y la otra subía desde mi pierna hasta que ambas se encontraron. Solté una risita y pegué mi frente a su pecho.
— Te amo, Preciosura.— le dije por lo bajo.
—Yo te amo más, Reina mía.— Sonreímos ante nuestra tonta forma de hablarnos, e internamente me alegré de saber que realmente éramos dos enamorados.
Ahora si estaba segura de que todo estaría bien.
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La máscara del esqueleto.
FantasyEstaba en el baile, al igual que todos en el pueblo. Pero alguien había que no conocía. Una máscara de porcelana y diamantes cubre su rostro. ¿Quién será aquella chica? ¿Alguien la conoce? Solo se sabe que con vestimenta elegante y hermoso andar...