Rumanía, 1916
El coronel Danilu se levanta despacio del sillón junto a la chimenea apagada y se vuelve a acercar a Werner:
- Bueno, antes le dije que hoy iba a tomar usted la decisión más importante de su vida. Y ha llegado el momento de que lo haga.
De nuevo lo mira de cerca, a los ojos, sonriendo con esa mueca diabólica:
- Sin duda, mi joven amigo, no habrá olvidado usted nuestro encuentro de anoche.
Ülrich traga saliva.
- Ya veo que no - dice sonriéndose -. Se acordará, pues, de que eso que tiene en el cuello se lo hice yo. Un buen mordisco - comenta -. Podríamos decir que parte de lo que soy corre ahora por sus venas, sargento.
Werner se atreve a preguntar:
- ¿Qué quiere decir con eso? ¿Quién demonios es usted? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no estoy muerto como los demás? ¿Qué quiere usted de mí?
- Demasiadas preguntas. Aunque supongo que tiene derecho a que le conteste a todas ellas. Verá, lo que hizo anoche no es algo que se vea todos los días. Nadie, desde que soy lo que soy, había conseguido antes terminar con cinco de mis hermanos. Digamos que, por eso, me recuerda usted demasiado a mí; lo cual debería considerar como todo un honor, se lo aseguro. Por ese motivo no está usted muerto todavía, sargento. Un acto como ese es algo en lo que nos fijamos para seleccionar a los nuestros. Verá, nosotros no podemos procrear; es un efecto... secundario... de nuestra condición, podríamos decir que causado por mezclar nuestra sangre con la de su especie. Así que solo nos queda la opción de acoger a aquellos de ustedes que consideramos dignos de tal honor... A veces nos fijamos en la inteligencia, otras en la belleza y juventud, otras en la voluntad, en la dignidad..., en todo aquello que los distingue muy de vez en cuando de entre la mediocridad del resto de sus congéneres. Por supuesto, otras veces son acciones como la suya las que nos hacen fijarnos en alguien como usted. Mi padre se fijó en mí precisamente por algo parecido. El valor en la lucha desigual y la ausencia de miedo a morir, el éxito ante un enemigo mayor y mejor preparado... Todo eso son cosas por las que sus iguales le concederían una medalla. Yo, en cambio, le ofrezco algo mejor, sargento. Le ofrezco la vida eterna. Le ofrezco ser uno de los nuestros. Le ofrezco ser... mi hijo. Llevo esperando a alguien digno de ser mi sucesor durante siglos, Werner. Así que ahí tiene la pregunta que debe contestar. ¿Quiere usted unirse a nosotros, Ülrich? ¿Quiere ser uno de los nuestros y disfrutar de la vida eterna, ver cómo será el mundo dentro de cientos de años, ser testigo de aquello que todavía está por venir?
En este punto, el coronel lo coge por la nuca, acercándolo con fuerza a su rostro, de modo que el joven oficial alemán puede sentir su aliento helado mientras habla:
- ¿O, por el contrario, prefiere usted morir aquí y ahora? Sería una lástima, pero puedo asegurarle que no sería usted el primero.
El coronel relaja su presa sobre Werner y se separa un poco de él para continuar hablando mientras el soldado alemán lo mira con ojos exagerados y la boca abierta:
- Debe entender que solo puede elegir entre una de las dos opciones, sargento. Por sus venas corre la toxina que nos convierte en lo que somos. A cada momento que pasa, su cuerpo se acostumbra más y más a ella. Si no hiciéramos nada para evitarlo, llegaría a un punto en que se acomodaría en él de tal forma que notaría usted algunos cambios muy especiales. Nuestra fuerza y nuestra rapidez serían las suyas, por no hablar también de que su aspecto sufriría un cambio... O, mejor dicho - exclama divertido - ¡no sufriría ningún cambio! Permanecería usted con el aspecto que tiene ahora hasta el final de sus días. No sería inmortal, pero mantendría usted su juventud, su fuerza, su rapidez... En fin, conservaría todas sus nuevas capacidades hasta el momento de su muerte. Se convertiría en alguien con mucho poder, alguien a quien temer... Y, como comprenderá, eso es algo que no podemos consentir.
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El último shedu
ÜbernatürlichesLa que iba a ser la noche más especial para Adie Gyro se convierte en una auténtica pesadilla cuando, en su carrera por no llegar tarde a su cita, decide tomar un atajo. A partir de ese momento, su vida cambiará radicalmente. A partir de ese momento...