CAPÍTULO 21

14 1 0
                                    

Ely no aguantaba más. Había que curar ya a Sarah y a Jason, aquello era lo importante. No estaban allí para ver como dos seres peligrosos besándose como adolescentes.

-¿O quizá sí?-

Alahrun le miraba con una sonrisa sugerente. Viktoria le había rodeado los brazos alrededor del cuello y le rodeaba la cintura con una pierna delgada que salía de su vestido. Viktoria sonreía también.

Había olvidado que Alahrun podía leer la mente como un libro abierto y por ende saber todo lo que pasaba por su cabeza. Aquello era impresionante. Viktoria dijo:

-Parece que alguien tiene envidia.-Soltó una risita.

Ely bufó y Rathun rió. Lailah se acercó a ella y le dio un abrazo. Le preguntó:

-¿Estás bien? ¿Alguna herida?-

Ely negó.

-Estamos bien, pero Sarah y Jason...-

Lailah asintió.

-Alahrun me lo comentó mientras veníamos hacia aquí. Pasamos de las aduanas, hizo un agujero en el escudo mágico de la ciudad y entró. Fue ilegal pero efectivo.-

Ely asintió.

-Lo bueno es que estáis aquí, ahora hay que curar a Sarah.-

Alahrun se separó de Viktoria, aunque sus manos seguían unidas. Lailah apreció algo que no había visto la última vez. Alahrun poseía un anillo con una calavera, también de titanio en su dedo anular. A juego con el de la flor de melocotonero de Viktoria, una prueba de su matrimonio.

Alahrun encogió sus alas y entró por fín. Viktoria le señaló una puerta y ambos fueron hacia allí. Ely pegada, iba detrás. Tristán vigilaba a Ely muy de cerca. Ella entró después, Wimmug aún en su pelo, se había sentado. Había dado por imposible el peinarla, al fin y al cabo, el viaje a la velocidad tan enorme le había dejado el pelo hecho un desastre.

Rathun iba detrás, controlandolo todo. A Lailah le asustaba tanto poder en un espacio tan pequeño. Era asfixiante.

Entraron y observó a Sarah y a Jason. Sarah estaba hecha un desastre. Sus heridas, congeladas ya no sangraban. Dos muñones en sus piernas, por la altura del muslo, repugnante. Su pulso era débil pero estable. A su lado, Jason parecía algo mejor, una infinidad de cortes y un balazo. Las heridas ya estaban selladas y no sangraban y su pulso estaba mejor. Sin duda la peor parte había ido para Sarah.

Ely se puso a llorar en el hombro de Tristán que bajó la mirada. Lailah se giró. No podía seguir viéndolo. Viktoria suspiró y Rathun se acercó a ella. Alahrun sin embargo, miraba a Sarah muy muy serio. Frío.

-¿Quien?-

Viktoria le contestó bajito:

-Está muerta.-

Alahrun le miró:

-¿Fue rápido?-

Viktoria asintió:

-Hetaro no tenía tiempo que perder torturándola. Ha ido a donde murió, si consigue algo de su sangre, podré hacer algo con ella.-

Alahrun sonrió. Tristán vio esa sonrisa y sintió que sus piernas no podían soportar su peso. Sintió que la más pura de la atrocidades emanaba de aquellos ojos azules como el hielo que desgarraban su mente.

-Bien. Se acabó la espera.-

Rathun les hizo una seña para que se apartaran. Viktoria dibujó una runa en la pared y el techo se extendió hacia arriba unos cinco metros.

-Eso bastará.-Dijo Alahrun.

Este, se agachó y tocó el suelo con la mano. Wimmug se removió en el pelo de Lailah, parecía inquieto. Ella le susurró.

RAZAS, LINAJES Y CASTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora