CAPÍTULO 25

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Sarah empezó a preparar el siguiente hechizo, decidió que ya que Wimmug parecía muy rápido, lo mejor sería ataques simultáneos que lo obligarán a moverse con mayor cuidado. Así que invocó unas raíces del suelo.

-Mokuen Libernya Amasthea.-

La raíces saltaron como látigos hacia Wimmug.

Este no dejó de sonreír mientras esquivaba los golpes saltando y haciendo acrobacias en el aire. Avalyn se frustró. No podía darle ni un golpe. Además, esquivaba todos sus ataques con una facilidad pasmosa.

Decidió probar otra cosa. Concentró magia en sus manos.

Wimmug pareció darse cuenta porque hizo lo mismo. Aunque él, pronunció:

-Fuuruen Niphos Ney.-

Unas ondas de viento salieron de sus manos, cortando las raíces y volviéndolas un montón de trozos de madera.

Sarah acumuló su magia y pronunció:

-Raraer Makia Nesian.-

Un rayo de energía azulado salió de la mano de Sarah y se dirigió hacia Wimmug.

Wimmug dibujó una runa en la suela de su zapato y pisó fuertemente el ring a la vez que pronunciaba:

-Mokuen Megias Nujion Amasthea.-

Avalyn no daba crédito. Un monstruo de forma arbórea surgió del ring. La madera del ring se elevó de este y tomó la forma de un gólem que recordaba a un árbol. El gólem recibió el impacto del rayo de energía y apenas se inmutó.

Avalyn invocó su espada curva de madera Esphia. La madera más afilada y dura de toda Terra.

El gólem bramó un ruido que hizo que sus oídos dolieran. Pero no se detuvo. Buscó al gnomo con la mirada, y lo vio. Estaba tumbado en uno de los hombros del gólem. Tan tranquilo, observando la pelea como si no fuera con él.

Avalyn rió. Aquello era un auténtico desafío y Wimmug se lo tomaba tan tranquilamente. Absurdo.

Empuñó su espada y se encaró al gólem.

Este bramó de nuevo y levantó uno de sus brazos, el final de este se separó en una multitud de raíces. Cuando bajó el brazo hacia ella, las raíces salieron disparadas y atravesaron el suelo del ring.

Ella pudo esquivarlas a duras penas, pero gracias a su espada, pudo cortar algunas y salir indemne. El gólem fue a levantar de nuevo el brazo, sacando las raíces clavadas en el ring. Esto debió costarle algo de esfuerzo ya que tardó unos segundos.

Segundos que ella iba a aprovechar.

Saltó hacia el brazo del gólem. Wimmug se sobresaltó y empezó a invocar su magia de nuevo. Pero ella no le dejaría. Le lanzó su espada con intención asesina.

No es que quisiese matarlo, es que estaba segura de que el gnomo lograría esquivarla.

Algo así hizo.

Wimmug paró de reunir su magia para moverse hacia el lado, y así esquivar aquel ataque mortal. Cuando lo esquivó, miró hacia ella y le sonrió aprobatoriamente.

Ella ya había preparado su magia. El gólem percibió sus intenciones y sacudió el brazo, intentando quitársela de encima. Pero ella no desistió. Uso la magia de su amuleto para darle aún más poder a su hechizo y pronunció.

-Karuen Nardia Arthos Mekanse.-

Apoyó sus manos en el brazo del gólem y este bramó de dolor cuando unas llamas azules le recorrieron entero y empezaron a quemarle. 

RAZAS, LINAJES Y CASTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora