Road Trip (Juliantina AU) - Adaptación

Capítulo 8

Al día siguiente Valentina se levantó con un dolorón de cabeza. La noche anterior había soñado con cosas extrañas que la mantuvieron dando vueltas en la cama hasta altas horas. Una de esas cosas era preocupación por su madre, sentía que debía encontrarla, la necesitaba.

Se estiró intentando despertarse y se sentó en la cama mirando a un punto fijo mientras bostezaba. Escuchó golpes en la puerta y la voz de Santiago al otro lado.

-¿Valen? ¿Has despertado?

-Sí... Pasa.

-Buen día hermanita...

-Buen día...- respondió ella bostezando de nuevo.

-¿Vas a desayunar?

-Sí.

-¿Qué quieres?

-Café... ¿Haces hot cakes?

-Claro.

-Espera Santi.

-¿Qué?

-Ven, siéntate un segundo. - le dijo tomándolo del brazo-. Me estoy volviendo loca.

-¿Por qué?- le preguntó acariciándole los cabellos- ¿Qué tienes?

-Es Elena... Siento que debo encontrarla. Estoy cansada de hablar sobre ella. - comentó Valentina bajo la atenta mirada de Santiago-. Sé que no fue la mejor madre del mundo, pero...

-La necesitas. - agregó él y Valentina asintió-. Yo tampoco puedo dejar de hablar sobre ella. León está cansado de oírme. - le dijo haciéndola reír-. Mira, si quieres puedo llevarte a terapia.

-¿Vas a terapia?

-Por todo lo que hemos vivido, creo que es lo mejor. Si quieres puedes acompañarme...

-¿Y tendré que ir todos los días?

-No, si no quieres. Será una sola sesión.

-Tal vez...

-Podría hacerte bien y podrías estar más calmada con respecto a mamá.

-De acuerdo. Espera que me duche.

-Voy haciendo el desayuno y llamaré a mi psicólogo.

Valentina tomó sus cosas y se metió a la ducha. Bajo el agua caliente pudo despertarse y sentir que se relajaba.

Ambos desayunaron en compañía de León a quien le contaron lo que les pasaba y lo que harían.

-A veces hablar con un especialista es lo mejor.

-Solamente quiero dejar de hablar sobre Elena...

-Tranquila, vas a lograrlo Valen.

Cuando terminaron de desayunar, saludaron a su padre y fueron al psicólogo.

Él le dio una sesión a cada uno y ambos le contaron casi las mismas cosas, Santiago ya lo conocía y pudo hablar de ciertos temas personales para él y no solo de su madre, pero al momento de que Valentina entrara, tuvo que contarle toda su vida.

-Bueno Valentina, tómate tu tiempo y cuéntame.

-Está bien. - dijo ella suspirando-. Tuve una infancia tranquila, con mis dos padres unidos, pero hace cinco años mi madre nos abandonó y se fue de casa con otro hombre. Recorrí casi toda España buscándola sin éxito y a veces siento que se fue por mi culpa... Yo siempre fui rebelde y me metía en problemas cuando estaba en el colegio, sobre todo cuando empecé a descubrir mi sexualidad. Mi madre se enteró y me golpeó por eso... A partir de ese día comenzamos a tener menos comunicación, no podía hablar con ella porque cada cosa que le contaba sobre mí fuera buena o mala, siempre lo minimizaba o terminaba diciendo algo sobre que estoy enferma porque me gustan las mujeres...- en ese momento la castaña empezó a llorar recordando los tratos de Elena-. Gracias a eso no puedo abrirme con nadie fácilmente, ni mantener una relación.... Y no sé ya qué más hacer.