Final

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Habían pasado cinco años, cinco años en donde cada día que pasaba ambas estaban más enamoradas de la otra y de la familia que habían formado.

Apenas habían vuelto de su luna de miel, volvieron a hablar sobre la inseminación y lograron tener a sus tres hijas, decidieron dejar el departamento y mudarse a una casa grande, con tres habitaciones y una habitación para huéspedes, también contaba con una piscina y un jardín enorme. Perfecto para que las niñas jugaran y corrieran junto con Fluffy.

Ese día por la mañana luego de que Valentina se fuera al Pêssego, Juliana llevó a sus hijas a lo de sus madres.

-¿Estás segura de que puedes cuidar de ellas, mamá?- le preguntó a Mackenzie bajando las cosas de las niñas del auto.

-Tranquila July, voy a poder con ellas. Además pensaba ir a la galería ¿Qué dicen niñas?

-Quiero ver cómo pintas, abuela.- dijo sonriendo Macarena quien estaba en brazos de Juliana.

-Nosotras también.- respondieron Barbara y Elizabeth abrazándose a las piernas de Mackenzie.

-Entonces iremos todas a la galería ¿Han desayunado?

-No quisieron hacerlo en casa.

-¿Quieren desayunar conmigo?- les preguntó Mackenzie a las tres-. Y luego almorzaremos con la abuela Samantha.

Las tres niñas sonrieron y corrieron hacia dentro de la casa dirigiéndose a la cocina, mientras que Juliana y su madre charlaban en la puerta.

-¿No quieres que las deje con Fernanda?

-No te preocupes.- le dijo su madre regalándole una sonrisa-. Las tres saben comportarse cuando están aquí.

-¿Y mamá?

-Está en el hospital, pero pasaré a buscarla para almorzar.

-¿No tiene guardias?

-Hoy no, por suerte ¿Valentina?

-En el Pêssego. Debía empezar a planear todo para este año.

-Siempre ocupada.

-Sabes que ambas tenemos trabajos y tiempos diferentes.- dijo prendiendo un cigarrillo.

-Pensé que los habías dejado.

-Fue sólo por el embarazo... Además me calma los nervios.- comentó dándole una pitada al cigarrillo y largó el aire, nerviosa.

-¿Qué tienes?

-Tengo que llamar a Fernanda para abrir el Camaleon.

-Pensé que lo habían cerrado por vacaciones.

-Lo hicimos, pero ya debemos abrir. Sabes que luego de dejar la revista, el bar es lo único que me da ingresos.

-Tienes a Valentina también.

-Sí, pero quiero aportar económicamente por las niñas.

-De acuerdo cariño, espero que no suceda nada por la noche.

-No te prometo nada. Siempre hay gente borracha que se pone violenta, y debo poner orden.- dijo Juliana suspirando y sonrió al ver a sus hijas corriendo-. Cualquier cosa que pase...

-Sabes que no les pasará nada a las niñas, Juli.- le dijo su madre y ella asintió abrazándola-. Cuídate mucho.

Subió al auto y luego de saludar a Mackenzie con la mano, arrancó rumbo a casa.

A los pocos minutos llegó y caminó hacia la cocina para calentar el café que Valentina le había preparado.

Cuando estuvo listo, tomó su cappuccino y se dirigió a la oficina que tenían en la casa, en donde además de tener su escritorio ésta se dividía en dos. Una parte servía cómo oficina, la cual compartía junto con Valentina y una puerta corrediza de vidrio y madrera las separaba del sector de juegos. Hecho para sus hijas.

Road Trip (Juliantina AU) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora